Reconocer la crisis del profesorado en Noruega: un paso clave para resolverla
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Llevamos años luchando por que se reconozca la crisis del profesorado en Noruega. Una nueva estrategia multipartita ofrece esperanzas de cambio desde la primera infancia hasta los niveles superiores de enseñanza.
La escasez de docentes con adecuadas cualificaciones es un desafío global. La UNESCO estima que hay un déficit de aproximadamente 44 millones de docentes de primaria y secundaria en todo el mundo.
En respuesta a esta situación, el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente ha elaborado 59 recomendaciones trascendentales para abordar el problema. Obviamente, estas sugerencias deben adaptarse al contexto y a la realidad de cada país, pero proporcionan una hoja de ruta crucial para pasar a la acción.
En este contexto, la campaña de la Internacional de la Educación ¡Por la pública: creamos escuela! resulta vital y llega en el momento oportuno. La Internacional de la Educación y sus organizaciones afiliadas están colaborando a nivel internacional para hacer uso de las 59 recomendaciones con el objetivo de asegurar financiación, evitar las políticas de austeridad y garantizar el derecho de cada estudiante a contar con un personal docente bien respaldado y cualificado, así como con un entorno de aprendizaje de calidad.
Admitir el problema es el primer paso
Para encontrar una solución a la crisis de docentes, todas las partes interesadas deben primero coincidir en que existe un problema.
Una de las máximas prioridades de mi organización, el Sindicato de la Educación de Noruega, es defender el derecho de todo el alumnado a recibir clases impartidas por docentes cualificados.
Durante mucho tiempo, la organización noruega representante de los empleadores municipales (KS) ha mostrado escasa preocupación por el hecho de que una de cada cinco personas docentes en las escuelas noruegas carezca de cualificación para la docencia. Como sindicato, nos enfrentamos a una patronal que ha utilizado repetidamente tácticas para ocultar los datos estadísticos y minimizar la importancia de la cualificación del profesorado.
Esto se evidenció especialmente durante la huelga de docentes más larga de la historia de Noruega, en 2022, que se prolongó durante cuatro largos meses y a la que el Gobierno puso fin por la fuerza. El Sindicato de la Educación de Noruega ha presentado una queja formal ante la Organización Internacional del Trabajo alegando que el acuerdo salarial forzoso se impuso sin justificación suficiente, y esperamos con impaciencia la decisión de la OIT.
La estrategia nacional multilateral: un importante paso adelante
Sin embargo, parece que algo ha cambiado recientemente.
El año pasado, el Gobierno y otras once organizaciones educativas, incluidos los sindicatos de docentes, la Asociación Noruega de Autoridades Locales y Regionales (KS) y el sector universitario, firmaron una estrategia unificada que reconoce que la falta de profesorado cualificado en Noruega es una situación grave e insostenible.
Ahora hay un consenso generalizado sobre el derecho de todo el alumnado a recibir clases de una persona docente con adecuada cualificación y sobre la necesidad imperiosa de cambiar la situación actual.
La estrategia contiene cuatro objetivos principales para 2030:
- Convertir la docencia en una opción académica atractiva para los y las estudiantes.
- Aumentar la calidad y la pertinencia profesional de los programas de formación del profesorado.
- Ofrecer apoyo y orientación a todo el personal docente recién titulado, para que experimenten una transición positiva desde sus estudios a la profesión.
- Hacer que los centros de educación infantil y las escuelas sean lugares atractivos para trabajar, que logren contratar y retener al profesorado.
Una crisis multidimensional
Con los recursos y el marco adecuados, ser docente es, sin duda, el mejor trabajo del mundo, además de ser uno de los más fundamentales para la sociedad.
Por ello, me complace que finalmente compartamos la visión de la crisis del profesorado en Noruega. Es el momento de desarrollar una estrategia conjunta que comprometa a todo el sector educativo a pasar a la acción.
La escasez de docentes es una crisis que se manifiesta en varios aspectos. Supone una drástica disminución en el número de aspirantes a los programas de formación docente. En los últimos cinco años, el número de estudiantes que solicitan ingresar a la universidad para convertirse en docentes se ha reducido casi a la mitad.
En toda Noruega, los municipios encuentran serias dificultades para contratar profesores con titulación docente. Los niños y las niñas de educación infantil y el alumnado de secundaria superior son los más afectados por la falta de docentes cualificados.
Además, el número de docentes que abandonan su trabajo en educación infantil y en los niveles superiores de la enseñanza es alarmantemente alto, a pesar de su amor por la profesión.
Pasar a la acción
Ahora corresponde a las distintas partes interesadas asumir la responsabilidad de implementar la estrategia. Naturalmente, estoy impaciente por ver medidas más concretas hechas realidad cuanto antes. Sin embargo, reconocemos que la situación es compleja y que no podemos resolver la crisis de la docencia de manera aislada.
El Sindicato de la Educación de Noruega hará todo lo posible para que la profesión docente resulte más atractiva. Sabemos que es importante mejorar la remuneración y las condiciones laborales. La progresión salarial del profesorado debe equipararse a la de otros grupos profesionales con requisitos de educación superior comparables, y también debe incrementarse el nivel salarial del personal docente de educación infantil.
Las personas jóvenes que van a acceder a la universidad han observado a sus docentes en las aulas durante al menos 13 años y es evidente que lo que han presenciado no les resulta atractivo. Por ello, necesitamos con urgencia un esfuerzo coordinado para mejorar las condiciones de trabajo del profesorado. Me complace que este desafío sea una parte integral de la estrategia.
En consonancia con la estrategia, el Sindicato de la Educación de Noruega también trabajará para garantizar que todos los municipios pongan en marcha programas de mentoría para docentes con titulación reciente, además de proporcionar oportunidades de formación relevantes y de calidad.
Por otro lado, contribuiremos a fortalecer las comunidades profesionales en los centros de trabajo y lucharemos por que se escuche la voz del personal docente en todos los procesos decisorios relacionados con la educación.
Quedan numerosos retos en el horizonte, pero con este punto de partida común, estamos un paso más cerca de encontrar soluciones.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.