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En un mundo en el que los derechos de las personas LGBTI+ están cada vez más amenazados, sindicatos y activistas de la sociedad civil empiezan a unir sus fuerzas para adoptar una postura.

“Un ataque contra unx es un ataque contra todxs”, rezaba el solidario eslogan pronunciado por todas las personas participantes en el webinario “Avanzar a pesar de la reacción violenta: derechos LGBTI y libertad de asociación”, convocado por el Comité Coordinador LGBTI+ del Consejo de Sindicatos Mundiales el 26 de junio en motivo del Mes del Orgullo.

Sindicatos: defensores de la igualdad

La secretaria general del International Union of Food Agricultural, Hotel, Restaurant, Catering, Tobacco and Allied Workers Associations (IUF), Sue Longley, dio la bienvenida a las personas participantes con un poderoso mensaje: “Como sindicatos, cuando defendemos los derechos de las personas LGBTI+, defendemos la causa de los trabajadores y las trabajadoras LGBTI+, pero también de la comunidad LGBTI+ en general”.

Longley reiteró que la libertad de asociación, reunión y expresión son el núcleo de la igualdad LGBTI+ y constituyen los pilares fundamentales de los derechos sindicales. También puso de manifiesto la indiferencia a este colectivo que se percibe por parte de la sociedad y explicó que hay que evitar que los ataques actuales contra los derechos de las personas LGBTI+ se extiendan a otras comunidades. “Sería ingenuo creer que estos ataques a los derechos solo van destinados a la comunidad LGBTI+. Nuestra misión común es defender estos derechos y la libertad de asociación de todas las comunidades”.

Un experto de la ONU destaca los retos que están por venir

Graeme Reid, investigador independiente de las Naciones Unidas especializado en orientación sexual e identidad de género, presentó las alarmantes conclusiones de su informe (en inglés) Protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género en relación con los derechos humanos a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En él, Reid plantea el sombrío panorama que deben afrontar las personas LGBTI+ cuando se hallan en entornos hostiles de cualquier región del mundo.

El efecto dominó de recortar derechos

“Este nuevo informe”, afirmó Reid, “pone de manifiesto que las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y otras personas con diversidad de género de cualquier parte del mundo, cuando se encuentran en situaciones inhóspitas, tienen menos capacidad de defenderse que el resto de las personas”. De hecho, a medida que los países han ido despenalizando las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo, también han ido surgiendo movimientos reaccionarios, señalaba el experto.

“Recortar derechos conduce a un clima de miedo y autocensura. Las políticas y leyes que van en contra de los derechos de las personas LGBTI+ deberían ser motivo de alarma porque, a pesar de que se dirijan a comunidades específicas, en realidad suponen graves ataques a los derechos humanos al servicio de un fin autoritario", advertía Reid.

Un llamamiento a crear sociedades inclusivas

En respuesta a las conclusiones de Reid, Clément Nyaletsossi Voule, relator especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, destacó que una sociedad inclusiva y pacífica es la base de toda democracia, y que la libertad de asociación, expresión y reunión son parte integrante de ella.

Para él, el informe de Reid es oportuno porque surge como respuesta a la represión mundial de la libertad de expresión y a los recortes en materia de derechos que están teniendo lugar en muchas regiones. “Todo el mundo tiene derecho a asociarse, incluido el derecho a afiliarse a un sindicato, para defender su bienestar", reiteró Voule.

Las personas que participaban en representación de sus sindicatos aprovecharon también para compartir sus estrategias de defensa de los derechos LGBTI+ y de la libertad de asociación.

Crear alianzas contra la discriminación

El sindicato alemán Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW), afiliado a la Internacional de la Educación, también subrayó la importancia de la igualdad de trato y la autodeterminación.

Janina Henkes, asesora sénior del GEW en materia de políticas de la mujer, igualdad y género, habló de la necesidad de formar alianzas. “Para promover los derechos de las personas LGBTI+, el GEW ve la absoluta necesidad de crear alianzas y mostrar fuerza juntos", afirmó.

Henkes también mencionó los retos a los que Alemania se enfrenta actualmente, un país en el que el auge de la extrema derecha está intentando prohibir el lenguaje inclusivo en el sector de la educación. Por suerte, el GEW lucha activamente contra estas amenazas organizando actividades de relaciones públicas, seguimiento minucioso y apoyo al profesorado que se enfrenta a estos retos.

El papel de la sociedad civil en esta lucha

Guillermo Ricalde, de ILGA WORLD, también intervino para reflexionar sobre acciones similares llevadas a cabo por la comunidad LGBTI+. En este sentido, Ricalde arrojó luz sobre el fuerte rechazo que los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil están padeciendo en algunas partes del mundo, sobre todo cuando los gobiernos se niegan a oficializarlos (basándose en prejuicios y estereotipos) y los fuerzan a actuar en la clandestinidad.