Los sindicatos de la educación redoblan sus esfuerzos para garantizar una educación de calidad sobre el cambio climático y una transición justa para todas las personas
Los educadores y educadoras de todo el mundo se alzan a favor del planeta y de sus estudiantes. La campaña Educar por el planeta ocupó un lugar principal en el 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE) del 26 de julio al 2 de agosto. Los sindicalistas del sector de la educación se reunieron para intercambiar mejores prácticas en materia de educación sobre el clima y actividades de promoción sindical a favor de una transición justa en la educación y otros sectores, fortalecer y ampliar la Red del Clima de la IE y elaborar una estrategia para seguir avanzando.
El 30 de julio, dirigentes de sindicatos de la educación de todo el mundo se reunieron para centrarse en el cambio climático, su impacto en los sistemas educativos y las condiciones de trabajo de millones de educadores y educadoras, y la función de los sindicatos de la educación a la hora de hacer frente a la emergencia climática y la profundización de las desigualdades sociales que causa.
“La crisis climática se intensifica; ninguna región, país, o docente quedará sin afectación. Pero son aquellos quienes hicieron menos por causar el cambio climático, y las comunidades más vulnerables, quienes serán los más afectados. Los valores sindicales nos llaman a actuar de cara a estas desigualdades. La labor sindical también implica que debemos garantizar que el derecho de los docentes a un trabajo decente está protegido de cara a los impactos climáticos, y que los sistemas educativos están adaptados para asegurar que cada estudiante aprende acerca del cambio climático y como enfrentarlo”, declaró Jo Grady, Secretaria General del University and College Union del Reino Unido y moderadora de la sesión.
El cambio climático es una cuestión sindical
El cambio climático tiene un impacto significativo y creciente en los sistemas educativos de todo el mundo. Durante los últimos años, hemos sido testigos de temperaturas extremas que han provocado el cierre de miles de escuelas en Filipinas, Sudán del Sur y la India, inundaciones masivas que han destruido decenas de miles de escuelas en Pakistán, y olas de calor prolongadas que obligan al personal docente y al alumnado a enseñar y aprender en condiciones insoportables en Europa y en las Américas. Los Estados insulares son particularmente vulnerables, ya que comunidades enteras están en peligro por el aumento del nivel del mar y eventos meteorológicos extremos. Estos acontecimientos afectan las condiciones de trabajo de millones de educadores y educadoras, lo que ha convertido el cambio climático en una cuestión central para los sindicatos de la educación en todo el mundo.
Rosalía Fataki, de la Asociación de Personal de la Universidad del Pacífico Sur (Fiji) y Sifiso Ndlovu, de la Asociación de Maestros de Zimbabwe habló de las devastadores consecuencias del cambio climático en educación en el Pacífico y en África y las formas en las que sus sindicatos se están movilizando para educar a las comunidades e incidir en los gobiernos.
Dan Montgomery de la Federación Americana de Maestros (AFT) compartió el fantástico trabajo del Sindicato de Maestros de Chicago quienes ponen la justicia climática al frente y en el centro de las negociaciones con su distrito escolar. El sindicato está activamente usando la negociación colectiva para el bien común y han presentado 26 propuestas sobre asuntos climáticos, incluyendo programas de trabajos verdes, desinversión de fondos de pensiones de combustibles fósiles, programas de reciclaje en las escuelas, comités permanentes sobre justicia climática en cada escuela, buses escolares eléctricos, transporte público para estudiantes, edificios escolares carbono neutral, comedores escolares que hagan su comida desde cero, y mucho más.
Adaptar los sistemas educativos para facilitar una pedagogía basada en la esperanza
La crisis climática también ha afectado a las prácticas profesionales del personal docente, ya que ha creado un sentimiento de urgencia en la profesión en cuanto a la necesidad imperiosa de ofrecer educación de calidad sobre la crisis climática. Elaborado en colaboración con los sindicatos de la educación y presentado como parte de la campaña Educar por el planeta, el Manifiesto de la Internacional de la Educación describe la visión de la profesión respecto de la educación de calidad en materia de cambio climático y cómo podemos lograrla.
El personal docente considera que la educación en materia de cambio climático, basada en la ciencia y centrada en la acción cívica, debe ser tan fundamental como enseñar a leer y a escribir. Sin embargo, los sistemas educativos fallan tanto al profesorado como al alumnado. Según una encuesta mundial realizada al profesorado por la IE y la UNESCO, aunque el 95% de los docentes considera que es importante enseñar sobre el cambio climático, menos del 40% se siente seguros a la hora de enseñar sobre la urgencia climática por la falta de formación.
Hablando en el Congreso de la IE, Najat Ganay de SNE-FCT, Marruecos, hizo eco de estos hallazgos. La educación climática es integrada a través de las materias en todos los niveles escolares y las actividades extracurriculares enfocadas en el ambientee están disponibles gracias a dedicados maestros y maestras quienes son voluntarios en su tiempo. Sin embargo, financiamiento urgente es necesario para asegurar la formación de calidad para todos los y las docentes.
En Marruecos y más allá, los sindicatos de la educación se han movilizado para subsanar las deficiencias en los sistemas educativos y garantizar los conocimientos de los estudiantes sobre el cambio climático. Respondiendo a la ansiedad sobre el cambio climático manifestada por el alumnado, el personal docente también trata de dotar la educación de un sentimiento de esperanza basado en la reflexión crítica y arraigado en los principios de la justicia social para que pueda servir de catalizador para la acción y el activismo.
En el Congreso de la IE, Nanise Bale Kamikamica de la Asociación de Maestros de Fiji presentó su plan de acción sindical para asegurar la educación climática de calidad para todos, enfatizando el rol crítico del conocimiento indígena: “El conocimiento tradicional indígena y sus prácticas son un componente frecuentemente pasado por alto en la resiliencia climática. El conocimiento ancestral del Pacífico puede ayudar a moldear la preparación climática moderna. Necesitamos romper el status quo llevando las perspectivas del conocimiento tradicional al primer plano de las discusiones y soluciones globales.
Alfonso Cepeda Salas de SNTE México compartió el trabajo pionero que su sindicato hace en crear conciencia sobre el cambio climático a través de su país. Por muchos años, el sindicato ha creado y distribuido herramientas pedagógicas para maestros, maestras y estudiantes, poniendo en primer plano el conocimiento indígena. Con su última iniciativa, el sindicato ha movilizado más de 1.7 millones de maestros y maestras con una campaña nacional en las escuelas para educar sobre la conservación del agua.
Aunque el personal docente y sus sindicatos trabajan duro para proporcionar al alumnado los conocimientos y las competencias necesarios para adaptarse a un mundo en crisis, es imperativo introducir cambios estructurales en los sistemas educativos. Los gobiernos deben actuar.
Una nueva y poderosa herramienta: las recomendaciones de las Naciones Unidas para reforzar la profesión docente
En febrero de 2024, el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente presentó sus recomendaciones para que los gobiernos transformen la profesión docente y hagan frente a la escasez de docentes. Además de salarios competitivos, condiciones de trabajo de calidad y autonomía profesional, el Grupo pide:
- la integración de la educación para la sostenibilidad, inclusive sobre el cambio climático, en el plan de estudios y la enseñanza en todos los niveles;
- la concepción de la formación para docentes y la formación profesional en consecuencia para que el personal docente tenga acceso a material de enseñanza y aprendizaje gratuito, de calidad y actualizado sobre estos temas, y
- la elaboración, la financiación y la ejecución por parte de los gobiernos de estrategias de adaptación y contingencia para hacer las instituciones educativas más resilientes a las repercusiones negativas del cambio climático.
Estas recomendaciones constituyen una herramienta nueva y poderosa para que los gobiernos rindan cuentas de su labor de priorización de la educación sobre el clima.
Promover la justicia ambiental y la educación sobre el cambio climático
El 10º congreso Mundial de la IE adoptó dos resoluciones sobre la emergencia climática, en las que encomendaba a la IE y a sus organizaciones miembros que redoblen sus esfuerzos para promover la justicia social y la educación sobre el clima en todo el mundo.
Las resoluciones incluyen una amplia gama de medidas, desde la justicia climática y una transición justa en el sector de la educación, hasta el apoyo a educadores en la involucración de los estudiantes en el aprendizaje sobre el cambio climático y sus causas, consecuencias y soluciones. Asegurar que los estudiantes estén adecuadamente preparados por los empleos verdes del futuro también es una prioridad sindical.
La ecologización de la infraestructura educativa es otra área clave para la acción y los sindicatos piden que las nuevas infraestructuras escolares se conciban de forma sostenible y estén diseñadas para resistir a los efectos climáticos y que las escuelas existentes se modernicen para soportar los eventos meteorológicos extremos, en particular en áreas muy vulnerables al clima.
Además, el Congreso decidió que la campaña de la IE ¡Por la pública! Creamos escuela debería promover un aumento de la financiación para la educación climática.
Los sindicatos de la educación trabajarán en la promoción de la desinversión en los combustibles fósiles por los sindicatos, los fondos de pensiones de los educadores y las instituciones educativas. El Congreso también alentó a los sindicatos a llevar a cabo una labor de promoción y participar en los procesos jurídicos internacional, en particular el acceso a la Corte Internacional de Justicia, para exigir a la comunidad internacional que rinda cuentas de las promesas hechas y las promesas rotas en relación con los daños y las pérdidas, la adaptación y la transición justa vinculada a emergencias climáticas provocadas por el ser humano.