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Los círculos de aprendizaje liderados por docentes para la evaluación formativa han permitido a las personas educadoras alcanzar nuevas formas de resistencia a las evaluaciones estandarizadas y mayor autonomía pedagógica y profesional.

Docentes de Brasil, Corea del Sur y Costa de Marfil, se expresaron en este sentido durante la sesión “Recuperar la autonomía profesional docente”, del 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, en Buenos Aires, Argentina. En la sesión compartieron experiencias prácticas sobre alternativas para usar el activismo pedagógico y la pedagogía de la esperanza como herramientas que les permiten incentivar el interés de sus estudiantes y mejorar el proceso de aprendizaje.

El proyecto tiene como objetivo proveer al profesorado de herramientas y apoyo para que pueda identificar y establecer prácticas eficaces de evaluación formativa dirigidas por docentes que se puedan difundir en y entre los sindicatos. El proyecto se ha desarrollado en Brasil, Uruguay, Costa de Marfil, Ghana, Malasia, Corea del Sur y Suiza.

Nadine Molloy, Integrante del Comité Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación (IE) y consejera y expresidenta de la Jamaican Teachers Asociation (JTA) moderó el espacio, y explicó la dinámica de la sesión paralela. “Esta sesión tiene como objetivo compartir experiencias prácticas sobre formas de utilizar el activismo pedagógico y una pedagogía de la esperanza para construir comunidades de práctica, que se apoyen y sostengan mutuamente; además de cómo los sindicatos pueden controlar la narrativa en torno a este esfuerzo educativo crucial”, expresó Molloy.

Heleno Araújo, Presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación de Brasil y Vicepresidente por América Latina del Comité Ejecutivo Mundial de la IE, abrió las intervenciones del primer panel. “Con la evaluación formativa podemos cuestionar la evaluación estandarizada, con la evaluación formativa podemos retomar la autonomía de las y los docentes, con la evaluación formativa podemos construir otra cultura en nuestras escuelas, podemos crear conocimientos”, explicó Araújo al detallar el desarrollo del proyecto en Brasil.

Andjou Andjoy, Secretario General de SNEPPCI de Costa de Marfil, compartió la experiencia de su país en la implementación del proyecto. “La evaluación formativa permite una interacción dinámica, una interacción en el día a día, en la cual la persona docente se encuentra presente en todas las etapas del proceso de aprendizaje. No se trata solamente de evaluar el aprendizaje al final del ciclo lectivo, sino de acompañar todo el proceso, de modo que no se tiene que remediar nada porque se está siempre presente”, afirmó el dirigente sindical marfileño.

Hyunsu Hwang, Director Internacional de KTU (Korean Teachers and Education Workers Union), compartió información sobre las limitaciones y persecuciones a la labor sindical en Corea del Sur, con despidos de docentes y la anulación de la personería jurídica del sindicato. “Las y los profesores somos profesionales, igual que las y los doctores, quienes ven juntos un nuevo caso para encontrar la solución apropiada; del mismo modo las y los docentes podemos trabajar en conjunto para hacer mejor nuestro trabajo”, explicó Hwang al defender mayor autonomía para la docencia.

Mary Metcalfe, Profesora de la Universidad de Johannesburgo, comentó los aportes de los panelistas y expresó su orgullo por la asimilación del trabajo en conjunto por parte da las personas docentes participantes del proyecto.

Por mayor autonomía profesional

La segunda parte de la sesión paralela contó con tres docentes brasileñas, las cuales explicaron brevemente aspectos destacados de los círculos de evaluación formativa y cómo el proyecto les ha permitido alcanzar una mayor autonomía profesional, así como ejercer roles de liderazgo.

Luciane Machado Da Silva Guimarães, indígena del pueblo Terena y docente en la Escola Municipal Indígena Ramão Martins, de Dourados, Mato Grosso del Sur, Brasil, reflexionó sobre la relevancia del proyecto para su actividad docente y su pueblo indígena. “Nuestros ancestros hicieron una gran lucha para poder llegar aquí, nosotras pasamos por una universidad para estar aquí, pero nuestros líderes nunca pisaron una clase, nunca fueron a la escuela. Es necesario que yo esté aquí, es necesario estar aquí para representar y dar voz a nuestros líderes”, expresó. Da Silva además destacó el trabajo colectivo como una forma de recuperar autonomía.

Maria José Mariano, educadora en la Escola Municipal Dona Maria Augusta, de Lagoa Santa, Minas Gerais, Brasil, explicó cómo la evaluación estandarizada sofoca la creatividad y autonomía de las personas docentes en el proceso de enseñanza aprendizaje. Además resaltó la importancia de que las organizaciones sindicales de la educación apoyen la evaluación formativa para dar mayor autonomía a las y los docentes.

Francismére Rodrigues Depiere Grandis, educadora en la Escola Municipal de Ensino Fundamental Germano Lazaretti, de Campos de Júlio, en Mato Grosso, Brasil, recordó el inicio del proyecto en su centro educativo, con las familias esperando recibir las notas de las evaluaciones tradicionales y cómo se adaptaron al proceso de la evaluación formativa. “Estudiantes de primer grado, de cinco años, aprendían a leer y a la vez aprendían a autoevaluarse, reconocían sus limitaciones y contribuían con el proceso de enseñanza aprendizaje”, explicó Rodrigues sobre la ejecución del proyecto.

La sesión paralela incluyó un espacio de mesas redondas por idiomas, en el que las personas participantes compartieron información sobre las políticas educativas y de evaluación en cada uno de sus países. Al cierre de la actividad algunos de los grupos expusieron los temas abordados.

Puede encontrar más información sobre el proyecto círculos de aprendizaje liderados por docentes para la evaluación formativa en este enlace.