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Los sindicatos de la enseñanza se movilizan por los derechos y la igualdad de género en la educación

publicado 3 octubre 2024 actualizado 15 octubre 2024

El pasado 26 de septiembre, sindicalistas de la educación de todo el mundo se reunieron para abordar la situación del movimiento antiderechos en el sector educativo y las estrategias para oponerse a él en el marco de la defensa de los derechos y la igualdad de género. Un nuevo informe de ODI Global ha informado sobre el debate.

La educación como campo de batalla

Tras un periodo de relativa expansión de los derechos humanos, en particular para las mujeres y las personas de la comunidad LGBTI+, nos enfrentamos a un drástico retroceso de estos derechos que a día de hoy se ha convertido en un fenómeno global bien dotado de recursos, denominado movimiento antiderechos o antigénero. Este movimiento se basa en un objetivo común que promueve los "valores tradicionales" en detrimento de los derechos humanos individuales y conforma un vínculo entre las fuerzas antiliberales y antidemocráticas, entre los regímenes autocráticos, los gobiernos autoritarios y algunas democracias consolidadas. 

"Aunque el enfoque de estas iniciativas varía de un lugar a otro, sin duda comparten muchas características. Estos actores promueven una visión limitada y patriarcal de las relaciones de género y se oponen a todo aquello que perciben como amenazas al bienestar nacional, derivadas del feminismo y de los movimientos por la justicia social. Los sistemas educativos se han convertido en el campo de batalla de estos programas que pretenden controlar quién tiene acceso a las instituciones educativas y qué se enseña. Además, este fenómeno se inscribe en un contexto más amplio cuyo objetivo es destruir las normas y los derechos democráticos. Como sindicalistas de la educación, debemos contraatacar y mantener nuestra solidaridad mutua en esta lucha", declaró Haldis Holst, secretaria general adjunta de la Internacional de la Educación, al dar la bienvenida al grupo de activistas sindicales al evento en línea.

El seminario web de la Internacional de la Educación tuvo como objetivo describir las complejidades de los actores globales antigénero y sus redes e informar a los sindicatos de la educación sobre cómo luchar contra el movimiento antiderechos.

¿Quién ha puesto la mano sobre nuestra educación?

El nuevo informe del ODI Global, titulado Whose Hands on our education? Identifying and countering gender-restrictive backlash, permite a los y las sindicalistas de la educación conocer los elementos claves del movimiento antiderechos en la educación.

Presentado por Rachel Marcus, del ODI, el informe analiza quiénes son los actores género-restrictivos y por qué están ganando terreno, cuáles son sus principales objetivos y sus tácticas en relación con la educación, y qué pueden hacer los sindicatos de la educación para oponerse a su influencia.

El nuevo informe del ODI identifica a los actores antigénero como coaliciones de grupos políticos y religiosos diversos, que disponen de aliados en los medios de comunicación, entre las organizaciones de padres y madres y otras organizaciones de la sociedad civil. Estas coaliciones tienen el objetivo común de promover una visión binaria del género, insistiendo en muchas ocasiones en los "papeles tradicionales". En general, los actores antigénero se oponen a la "ideología de género", que rara vez definen pero que suele hacer referencia a la enseñanza sobre feminismo, igualdad de género, derechos humanos y derechos LGBTQI+.

Con el apoyo de organizaciones religiosas claves, la financiación de los actores antigénero llegó a alcanzar los 3 700 millones de dólares en todo el mundo entre 2013 y 2017. Entre 2007 y 2020, los grupos cristianos con sede en Estados Unidos invirtieron 54 millones de dólares en África para organizar campañas contra los derechos LGBTQI+ y la educación sexual integral. Entre 2009 y 2018, los oligarcas rusos canalizaron 188 millones de dólares a organizaciones antigénero en Europa.

Los actores antigénero han puesto en el punto de mira tanto el plan de estudios como al personal docente. Se oponen a las políticas y los marcos de igualdad de género, se empeñan en impedir o restringir la educación sexual integral, se oponen a los esfuerzos por eliminar los estereotipos de género de los planes de estudio y los materiales didácticos o crean y promueven materiales que los refuerzan. Al mismo tiempo, se amenaza al profesorado LGBTQI+ y a aquellas personas que enseñan sobre género o derechos LGBTQI+ y se difama o destituye al funcionariado del ministerio que promueve contenidos sobre educación sexual integral o igualdad de género.

Estrategias para oponerse al movimiento antiderechos en la educación

El personal docente y sus sindicatos desempeñan un papel fundamental en la oposición al movimiento antiderechos en la educación y en la defensa de la igualdad de género. El informe del ODI describe algunas estrategias claves que el profesorado puede utilizar, como promover valores de igualdad de género, reforzar la alfabetización mediática y digital crítica, comunicar información objetiva clara sobre las relaciones y la educación sexual, y colaborar con los padres y madres y las comunidades.

Al hablar de la labor de su sindicato para oponerse al movimiento antiderechos en Brasil, Fátima Silva, de la CNTE, hizo hincapié en la importancia de construir alianzas para generar un movimiento popular amplio en favor de los derechos y la igualdad de género. A medida que los actores antigénero intentan desmantelar los derechos a todos los niveles, las fuerzas progresistas deben unirse y oponerse a estos esfuerzos dondequiera que surjan. Para ello, debemos adoptar estrategias esenciales como movilizarnos para que se vote a gobiernos progresistas, protestar contra cualquier retroceso en materia de derechos, trabajar desde la base para sensibilizar, compartir experiencias y aprender unos de otros.

Los sindicatos deben velar por que todo el profesorado que se haya convertido en blanco de los actores antiderechos reciba apoyo jurídico y emocional. Los sindicatos deben utilizar los mecanismos de diálogo social para garantizar que los convenios colectivos cubren al personal docente y al personal de apoyo educativo en toda su diversidad. Las direcciones escolares también deben apoyar al profesorado y protegerlo de cualquier intento de ejercer una influencia indebida en el proceso educativo. No debe tolerarse la violencia contra el personal educativo.

La igualdad de género, una prioridad de los y las sindicalistas de la educación

En el 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, celebrado en Argentina del 29 de julio al 2 de agosto de 2024, sindicalistas de la educación de todo el mundo adoptaron cinco resoluciones sobre la oposición al movimiento antiderechos. En concreto, el Congreso de la IE adoptó resoluciones sobre los temas siguientes:

  • Organizarse contra los ataques políticos e ideológicos a la libertad académica y a la autonomía institucional;    
  • El plan de estudios en la lucha contra el fascismo; 
  • Proteger al personal de la enseñanza superior y de investigación de los ataques a la libertad académica; 
  • Condenar el auge de la ideología anti-LGBTQI+ de la extrema derecha;
  • Defender la democracia del populismo y el extremismo de derecha en la educación.  

Además, el 30 de julio, los y las participantes del Congreso se reunieron en una sesión titulada " Movilizarse por los derechos y la igualdad de género frente al nacionalismo de extrema derecha y el autoritarismo", en la que sindicalistas de la educación de Irán, Paraguay, Polonia, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos compartieron sus experiencias de lucha por la igualdad de género y los derechos individuales para todos y todas.

Estos esfuerzos no harán sino intensificarse en el próximo periodo. "Consideramos que se trata de un reto transversal, decisivo para todo nuestro trabajo como docentes, feministas y sindicalistas", destacó la secretaria general adjunta de la IE, Haldis Holst.