Solidaridad con los y las sindicalistas, el profesorado y el alumnado del Líbano
La Internacional de la Educación (IE) reafirma su compromiso histórico por promover la paz duradera, la seguridad y la protección de los derechos humanos en Oriente Medio. Desde aquí, hacemos un llamamiento a todos los Estados parte y a los actores no estatales para que pongan fin a la violencia, impongan un alto el fuego inmediato y restablezcan el funcionamiento de las escuelas en toda la región.
En la IE, pedimos a la comunidad internacional que tome medidas inmediatas en los siguientes asuntos: proteger la educación, garantizar entornos de aprendizaje seguros y ayudar en la reconstrucción de los sistemas educativos de las zonas afectadas por conflictos.
Asimismo, pedimos un alto el fuego inmediato e incondicional para que cese la escalada de violencia, una situación que sigue infligiendo daños devastadores a la población civil, también entre el alumnado y el profesorado. De igual modo, condenamos los ataques a las instituciones educativas que han provocado el cierre de escuelas y universidades en un conflicto que está afectando directamente a las escuelas, el alumnado y el personal educativo.
La educación, el alumnado y el profesorado, atacados
Las organizaciones afiliadas a la IE del Líbano han hablado: hay docenas de sindicalistas muertos, más de 80 personas heridas y miles de personas desplazadas de sus hogares. En sus declaraciones explican que las cifras siguen aumentando y que es muy difícil hacer un seguimiento, ya que algunas zonas no tienen electricidad ni Internet. Además, la educación pública ha cerrado y cientos de centros escolares funcionan ahora como refugios. Las personas profesionales de la educación se afanan ahora por encontrar suministros básicos, como agua, mantas y colchonetas para las comunidades desplazadas.
Informan también del miedo y el trauma que se extiende entre la población de forma generalizada, secuelas marcadas por los continuos bombardeos y por los ataques de Israel y Hezbolá. Estos ataques militares han causado ya numerosas víctimas, desplazamientos masivos y la destrucción de infraestructuras civiles críticas, entre ellas, instalaciones sanitarias y educativas. Se calcula que el 40 % de la población estudiantil libanesa se ha visto desplazada por la violencia.
Por último, el aprendizaje a distancia también está resultando inviable debido a los continuos cortes de electricidad, el desplazamiento del alumnado y las condiciones inadecuadas de los refugios.
Los sindicatos educativos libaneses piden un alto el fuego
La IE desea mostrar su solidaridad con los sindicatos líderes del sector de la educación: la Liga de Docentes Técnicos y Profesionales Públicos (CETO), la Liga de Docentes de Enseñanza Secundaria Pública del Líbano (LPESPL), la Liga de Docentes Universitarios Libaneses (LDP-UL), la Liga de Docentes de Escuelas Primarias Públicas del Líbano (PPSTLL) y el Sindicato de Docentes del Líbano (TSL). Nuestra iniciativa de apoyo inmediato —que complementa los esfuerzos humanitarios de la ONU— pretende garantizar que los sindicatos de docentes del Líbano se puedan seguir comunicando con sus personas afiliadas y les puedan seguir proporcionando apoyo esencial.
"Nuestros afiliados y afiliadas del Líbano están trabajando sin descanso para mantener a salvo al alumnado y a las comunidades que se encuentran en medio de los bombardeos israelíes. Estas personas están siendo víctimas de la escalada de violencia; por lo que pedimos un alto el fuego inmediato. Las organizaciones que forman parte de la IE de todo el mundo muestran también su solidaridad con ellas", declaró el secretario general de la IE, David Edwards.
"Cuando se trata de pedir el fin de la guerra y el restablecimiento de la labor educativa bajo condiciones seguras, la Internacional de la Educación está de parte del profesorado, el alumnado y el pueblo del Líbano", añadió. "Nuestras organizaciones afiliadas solo quieren recobrar la paz y poder reabrir las escuelas para poder enseñar sin miedo a sus alumnos y alumnas".
Las escuelas nunca deben ser objetivos de guerra o violencia
Desde la IE reiteramos que la educación debe ser protegida a toda costa. De hecho, exigimos urgentemente que todas las partes respeten el derecho internacional humanitario que prohíbe los ataques contra las escuelas. Recordamos también que el acceso a la educación en tiempos de conflicto es un derecho humano básico y clave, y que sirve para evitar una mayor radicalización, promover el entendimiento y alcanzar una paz duradera.
La destrucción generada actualmente por este conflicto está privando a los niños y las niñas de su derecho fundamental a la educación, un escenario que amenaza el futuro de generaciones enteras del Líbano y de toda la región árabe, puesto que los condena a perpetuar ciclos de pobreza, violencia e inestabilidad. Por ello, mientras siga creciendo el conflicto en la región, la Internacional de la Educación seguirá haciendo llamamientos para reivindicar el alto el fuego inmediato en Gaza, el fin de las operaciones militares israelíes indiscriminadas, la liberación de todas las personas retenidas como rehenes y la instauración de una paz duradera dentro de la región.
La educación, clave para construir la paz
"El mandato de nuestra afiliación es claro: asegurar que la educación contribuye a lograr la paz. Es decir, abogamos por la paz y por establecer planes de estudios que promuevan el diálogo y la coexistencia. Como docentes, nuestros esfuerzos deben centrarse en encaminar al mundo hacia la paz", declaró Mugwena Maluleke, presidente de la IE.
"Las escuelas y los centros educativos deben ser respetados por los combatientes y no ser jamás el objetivo de la violencia o de la guerra. Deben tratarse como si fueran santuarios seguros”, añadió.
En el 10º Congreso Mundial de la IE, los sindicatos educativos lanzaron un enérgico llamamiento a la paz: se posicionaron en contra del excesivo gasto militar e instaron a los gobiernos a que se enfocaran en promover la paz también desde la educación.
Conseguir que el Oriente Medio sea un lugar estable, pacífico y seguro es vital para sus habitantes, pero también para todo el mundo. Proteger la educación debe ser una prioridad.