Ei-iE

Emergencia climática mundial inducida por actividades humanas

Resolución del 10º Congreso Mundial

publicado 2 agosto 2024 actualizado 16 octubre 2024

El 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE) reunido en Buenos Aires (Argentina) del 29 de julio al 2 de agosto de 2024, observa que:

  1. Existe consenso científico en cuanto a que los elementos del cambio climático que se están experimentando como emergencias climáticas mundiales, están siendo principalmente provocados por el ser humano, concretamente durante la época de la industrialización, a raíz de la quema de combustibles fósiles.
  2. La emergencia climática mundial inducida por actividades humanas está causando daños al medio ambiente, destrucción de medios de subsistencia e infraestructuras y pérdida de vidas.
  3. La emergencia climática mundial inducida por actividades humanas constituye ya una amenaza existencial para la totalidad de determinadas naciones insulares.
  4. Según el Informe sobre Riesgos Globales 2024 [1], los fenómenos meteorológicos extremos suponen el mayor riesgo para el planeta a largo plazo (diez años) y el segundo mayor riesgo en el futuro inmediato (dos años). En diversas regiones se están experimentando estos fenómenos en forma de frecuentes y devastadores ciclones, huracanes tropicales, incendios forestales catastróficos e intensas sequías.
  5. En el Informe sobre Riesgos Globales 2024 [1] se constata que, a largo plazo (diez años), como resultado de sobrepasar un umbral crítico o "punto de inflexión" a escala regional o mundial, el cambio climático amenaza con una modificación grave de uno o más sistemas planetarios críticos, provocando un cambio potencialmente irreversible y autoperpetuante que tendrá repercusiones abruptas y graves para la salud del planeta y el bienestar humano. Esto incluye, pero no se limita a: la subida del nivel del mar debido al derretimiento de las capas de hielo, la liberación de carbono debido al deshielo del permafrost, y la alteración de las corrientes oceánicas o atmosféricas.
  6. La 28a Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) [2] de Dubái realizó un “inventario mundial” de las acciones emprendidas en el marco del Acuerdo de París [3] (2015) y determinó que los avances son demasiado lentos en todos los ámbitos de la acción climática: desde la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el refuerzo de la resiliencia ante un clima cambiante, pasando por la obtención de apoyo financiero y tecnológico para las naciones vulnerables.
  7. La región de Asia-Pacífico en general, y la del Pacífico en particular, representa el grupo más numeroso y vulnerable de naciones afectadas por la emergencia climática inducida por actividades humanas.
  8. Las desigualdades existentes entre países y entre grupos sociales, en particular las Naciones Originarias, y mujeres y niñas, dentro de un mismo país repercuten en su capacidad para hacer frente a la emergencia climática inducida por actividades humanas y a sus consecuencias.
  9. Tanto en el 2020 como en el 2021, los países ricos no cumplieron la importante promesa de financiación de 100 000 millones de dólares anuales contemplada en el Acuerdo de París [3], una inversión que fue diseñada para ayudar a los países en desarrollo vulnerables a efectuar la transición a fuentes de energía limpia y a adaptarse al cambio climático.
  10. Los menos de 75 000 millones de dólares anuales disponibles para la adaptación y la transición representan una pequeña fracción del coste anual estimado, que oscila entre 200 000 millones y 400.000 millones de dólares anuales.
  11. Los 700 millones de dólares prometidos al Fondo de Pérdidas y Daños establecido en la COP28 [2] Dubái representan solamente una fracción del coste estimado de reparación, que oscila entre 200.000 millones y 800.000 millones de dólares anuales, derivado directamente de la emergencia climática mundial inducida por actividades humanas.
  12. Se necesita 1 billón de dólares anuales para financiar la adaptación y reparar los daños causados por la emergencia climática inducida por actividades humanas.

Además, el Congreso considera que:

  1. Las emergencias climáticas inducidas por actividades humanas están teniendo un impacto negativo real y demostrable en la vida de millones de personas, así como en sus escuelas y comunidades.
  2. Las emergencias climáticas inducidas por actividades humanas están poniendo en grave peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el logro de los objetivos relacionados a la educación de las mujeres y las niñas, y atenta contra los principios de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
  3. Los sistemas de conocimientos indígenas son fundamentales para abordar las emergencias climáticas inducidas por actividades humanas y deben ponerse en el centro de las acciones emprendidas para educar a las comunidades, enfocar las acciones para adaptarse a las nuevas realidades medioambientales globales y mitigar las repercusiones en las personas, las comunidades y las culturas.
  4. Una característica clave de los sistemas de conocimientos indígenas son los conocimientos medioambientales tradicionales, es decir, los conocimientos específicos y las interpretaciones de los complejos sistemas medioambientales y sus interconexiones. Estos conocimientos:
  1. Son específicos de cada país y amenazados localmente por la emergencia climática inducida por actividades humanas;
  2. Se han desarrollado a lo largo de generaciones de experiencia e interacción con entornos específicos;
  3. No podrían replicarse en una nueva ubicación, lo que agravaría los efectos de la deslocalización cultural y medioambiental.
  1. El Manifiesto sobre una educación de calidad para todos y todas en materia de cambio climático de la IE expresa las opiniones de los y las profesionales de la enseñanza sobre la posibilidad de lograr cambios reales en comunidades de todo el mundo mediante programas educativos, equipos, instalaciones y formación profesional de calidad, adecuadamente financiados e inclusivos.
  2. La campaña ¡Por la pública! Creamos escuela debe facilitar la aportación de importantes fondos adicionales para la educación en materia de acción por el clima.

El Congreso resuelve que el Comité Ejecutivo ha de:

  1. Instar a las Naciones Unidas, a todos los Gobiernos y a los líderes mundiales a:
  1. Implementar intervenciones significativas en materia de cambio climático, coherentes con la Declaración de Glasgow de la COP26 [4] para limitar el aumento de las temperaturas globales por debajo de 2 °C respecto a los niveles preindustriales y persistir en los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 °C.
  2. Teniendo en cuenta el inventario mundial realizado en la COP28 [2], proporcionar a los países y comunidades afectados por emergencias climáticas globales inducidas por actividades humanas compensaciones monetarias y en especie significativas y sustanciales.
  3. Desarrollar y aplicar medidas de protección reforzada para las personas y comunidades vulnerables a los desplazamientos climáticos, y garantizar la mitigación de las repercusiones para el bienestar social, emocional, económico y espiritual de todas las personas mediante políticas regionales, nacionales e internacionales complementarias.
  4. Facilitar, aplicar y financiar una transición justa para todos los países y comunidades afectados por el cambio climático, haciendo especial hincapié en el suministro y mantenimiento de infraestructuras digitales resilientes y de calidad para apoyar la continuidad de los programas educativos y sociales durante las disrupciones derivadas de emergencias climáticas inducidas por actividades humanas.
  5. Implementar programas educativos plenamente financiados en la comunidad y en las escuelas sobre las causas humanas subyacentes de la emergencia climática mundial y sobre cómo Gobiernos, comunidades e individuos pueden llevar a cabo intervenciones significativas y sostenibles para limitar los factores subyacentes que provocan los aumentos de las temperaturas globales inducidos por el hombre.
  1. Animar a las organizaciones miembros a:
  1. Desarrollar respuestas estructurales internas a la emergencia climática inducida por actividades humanas, en particular la aplicación de prácticas sostenibles para contribuir a los esfuerzos mundiales para limitar el aumento de las temperaturas.
  2. Desarrollar materiales adicionales y contextualizados para respaldar la labor de docentes y profesionales de apoyo a la educación a la hora de preparar a los y las estudiantes para un futuro sostenible.
  3. Participar en el diálogo social en el seno de sus propias jurisdicciones para promover los objetivos de la comunidad internacional de mitigar las emergencias climáticas inducidas por actividades humanas.
  4. Abogar por que los Gobiernos nacionales participen en procesos jurídicos internacionales, en particular el acceso a la Corte Internacional de Justicia, para que la comunidad internacional rinda cuentas de las promesas hechas y las promesas incumplidas con respecto a las pérdidas y los daños, la adaptación y la transición justa vinculados a las emergencias climáticas inducidas por actividades humanas.
  5. Conectar la renovación sindical y el desarrollo de capacidades con la labor del movimiento sindical mundial para entablar un diálogo social que permita hacer realidad un futuro sostenible.
  6. Adoptar la diversidad y la inclusión en sus estructuras y procesos operativos y en su defensa de políticas y programas que respondan a la emergencia climática inducida por actividades humanas, reconociendo y promoviendo la inclusión y la diversidad.
  7. Desarrollar propuestas y políticas que hagan de la escuela un lugar de reflexión y acción concreta sobre la cuestión ambiental, incluyendo cómo se construye la escuela, cómo la escuela compra, consume, recicla y desecha.
  1. Buscar y desarrollar urgentemente coaliciones con socios relevantes a nivel nacional e internacional en apoyo a acciones que aborden las emergencias climáticas inducidas por actividades humanas.
2. ^ a b c

https://unfccc.int/es/cop28 consultado el 2 de marzo de 2024

4. ^

https://www.un.org/es/climatechange/cop26 consultado el 2 de marzo de 2024