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Mohammad Habibi, docente y activista sindical en Teherán, es una figura destacada y resiliente del movimiento a favor de los derechos educativos en Irán, que se opone a la opresión del régimen islámico. Su compromiso con la defensa de los derechos de las docentes y las estudiantes ha dado lugar a reiteradas detenciones, actos de tortura y acoso por parte de las autoridades iraníes, lo que lo convierte en un símbolo de la resistencia sindical.

El activismo de Habibi, como portavoz de la asociación de docentes de la provincia de Teherán, se intensificó durante las protestas de 2022 "Mujeres, Vida, Libertad", desencadenadas a raíz de la muerte de Jina Amini  [1] y organizadas por mujeres jóvenes y estudiantes que exigían justicia y libertad. A pesar de la brutal represión gubernamental, que ocasionó la muerte de más de 90 jóvenes, Habibi defendió a las estudiantes y prosiguió con su labor de incidencia, poniendo especial atención en los envenenamientos en cadena que se producían en las escuelas de niñas.

Según un informe de la Internacional de la Educación, en colaboración con el Coordinating Council of Iranian Teacher Trade Associations (CCITTA), en 2022-23 se llevó a cabo una serie de ataques químicos contra escuelas de niñas, lo que perturbó su educación y su salud y provocó un miedo generalizado que obligó a los padres a mantener a las niñas en casa. En ese momento, las estudiantes informaron de síntomas físicos graves, como irritación de ojos y dolor de garganta, dificultad para respirar, dolores de cabeza, dolores de estómago, presión arterial baja, debilidad en las piernas y palpitaciones cardíacas.

En 2023, debido a su activismo sindical y a sus permanentes esfuerzos por mejorar las condiciones de las docentes, Habibi fue despedido de su puesto de docente. A pesar de estas amenazas y represalias, el dirigente sindical de 45 años siguió defendiendo los derechos de las docentes y las estudiantes, lo que lo condujo a su última condena de seis meses de cárcel, que deberá cumplir a partir del 11 de noviembre de 2024.

En septiembre de 2024, coincidiendo con el segundo aniversario del movimiento “Mujeres, Vida, Libertad”, las autoridades iraníes incrementaron las restricciones, especialmente en las zonas kurdas, a fin de reprimir las protestas. No obstante, pese a que se adoptaran tales medidas, las mujeres activistas, incluida la premio Nobel encarcelada Narges Mohammadi, llevaron a cabo protestas simbólicas, como huelgas de hambre, con el fin de poner de relieve las reivindicaciones de libertad.

A principios de este mes, Ahoo Daryaei atrajo la atención internacional por protestar contra el estricto código de vestimenta iraní al desnudarse hasta quedar en ropa interior tras el presunto acoso que sufrió por parte de miembros de la fuerza paramilitar Basij en la Universidad Islámica Azad de Teherán. Los vídeos de su protesta pública tuvieron una amplia difusión antes de que agentes vestidos de paisano la detuvieran. Amnistía Internacional ha exigido su liberación inmediata y que se lleve a cabo una investigación sobre los malos tratos denunciados durante su detención.