Los sindicatos de la educación estadounidenses alzan la voz por la educación pública tras la victoria de Trump
Tras la celebración de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2024, los principales sindicatos de profesorado del país, la National Education Association (NEA) y la American Federation of Teachers (AFT), han reafirmado su compromiso con la defensa de la educación pública y los derechos del alumnado.
La victoria de Donald Trump ha hecho resurgir la preocupación por el futuro de la educación equitativa y los valores democráticos en los Estados Unidos, lo que ha dado pie a una rápida respuesta de los dos sindicatos, que representan a millones de docentes de todo el país.
Becky Pringle, presidenta de la NEA, manifestó la determinación de su sindicato de seguir avanzando y lo hizo con unas palabras de Martin Luther King Jr.: "El camino hacia la libertad es difícil y está lleno de obstáculos". Pringle urgió a sus afiliados y afiliadas a "organizarse porque nuestro alumnado nos necesita más que nunca a su lado". Reiteró el compromiso del sindicato con la equidad y aseguró que la NEA continuará luchando por unas escuelas públicas de calidad, seguras y acogedoras para todas y todos los estudiantes, incluidos los pertenecientes a comunidades marginadas. Concluyó recordando que los sindicatos existen para momentos como este y animando a sus bases a inspirarse en el movimiento por los derechos civiles para defender los derechos del alumnado y oponerse a las políticas discriminatorias.
Randi Weingarten, presidenta de la AFT, subrayó la importancia fundamental de la educación pública y los sindicatos en la sociedad estadounidense. Tras reconocer las divisiones políticas del país, Weingarten corroboró que la AFT no cejará en su empeño de crear oportunidades para toda la infancia y de respaldar al funcionariado público, a los cuerpos docentes y al personal sanitario en su lucha por la equidad y la justicia social. "Nuestro principio rector será trabajar como hasta ahora para mejorar la vida de la gente, siempre en defensa del futuro de nuestras niñas y nuestros niños y la promesa de un país mejor", afirmó.
Tanto la NEA como la AFT han ratificado que se opondrán a las políticas que socavan la educación pública, incluido el desvío de fondos públicos a instituciones privadas que no rinden cuentas ni asumen responsabilidades.
A pesar de los resultados nacionales, en los estados se votaron y aprobaron propuestas favorables para los derechos reproductivos y la educación pública, lo que pone de manifiesto el apoyo de la ciudadanía a aspectos importantes para el sindicalismo.
Sobre los derechos reproductivos: Numerosos estados ampliaron la protección al derecho al aborto, entre ellos Missouri, Arizona, Colorado, Maryland, Montana y Nevada.
Sobre la educación pública: La ciudadanía demostró un decidido respaldo a la educación pública y rechazó por un amplio margen las propuestas de entregar bonos sufragados con fondos públicos para pagar escuelas privadas en estados como Kentucky, Nebraska y Colorado. Además, en estados como California, Utah y Rhode Island, se aprobaron medidas para mejorar notablemente la financiación de la educación primaria, secundaria y superior, lo que constituye toda una victoria para lograr centros públicos equitativos y bien financiados.
Un compromiso mundial en defensa de la educación pública
La Internacional de la Educación (IE) reconoce los increíbles retos a los que se enfrentará la educación pública estadounidense con la próxima administración presidencial y se solidariza con la NEA y la AFT, sumándose a su defensa de las bases sindicales, del alumnado y de las comunidades vulnerables. Como la voz del profesorado de todo el mundo, la IE respalda plenamente las iniciativas de los sindicatos de Estados Unidos para crear escuelas seguras e inclusivas y reivindicar políticas justas y un acceso equitativo a los recursos para todo el alumnado, sea cual sea su procedencia. Este compromiso es el pilar de la campaña ¡Por la pública! Creamos escuela, que insta a los gobiernos de todos los países a financiar íntegramente los sistemas educativos públicos y a invertir en la profesión docente para construir un futuro más justo y sostenible para todas y todos.