Hagamos un trato por la educación pública
En un contexto de recortes y ataques a la educación pública, la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) de Uruguay ha liderado una firme resistencia frente a las políticas regresivas del gobierno de coalición de derecha. En este artículo, Fenapes explica cómo ha defendido la educación, a sus docentes y estudiantes en estos tiempos difíciles, y detalla su renovada campaña para asegurar un 6% del PIB destinado a educación pública y 1% a investigación, alineada con la campaña mundial de la Internacional de la Educación: ¡Por la Pública! Creamos Escuela.
La Fenapes ha desarrollado a lo largo del último quinquenio -en el cual el gobierno del Uruguay estuvo conducido por una coalición de derecha y extrema derecha- una intensa tarea de defensa de la educación pública, sus docentes y sus estudiantes. La administración trató de instalar un triple ajuste: El presupuestal, caracterizado por un recorte de recursos del entorno de los 300 millones de dólares; el pedagógico, a través de una reforma regresiva que pauperizó los contenidos y el acceso democrático al conocimiento; y un ajuste de derechos, que se hizo carne en la brutal persecución a docentes y estudiantes, en la que, lamentablemente, nuestra federación fue protagonista, peripecia que mereció una denuncia internacional en la OIT.
En este marco, lejos de actuar a la retaguardia, la Fenapes, junto a otras organizaciones de la comunidad educativa y el movimiento popular en general, decidió enfrentar el modelo de la desigualdad impuesto por esta coalición consevadora. Uno de los “campos de batalla” fue el comunicacional, donde debimos contrarrestar una intensa campaña de “demonización” a la vez que intentábamos hacer llegar a la población nuestras reivindicaciones y denuncias. A modo de ejemplo, durante el primer semestre del año 2021, en plena persecución a compañeras y compañeros docentes, el diario El País, histórico órgano de propaganda de la oligarquía ruralista del Uruguay, publicó más de cincuenta artículos con connotación negativa sobre el sindicato.
Esta decisión de enfrentar estratégicamente en el plano mediático al gobierno no nos fue indemne, pero nos permitió consolidar una serie de fortalezas y nos puso en la vanguardia, entre las organizaciones sociales sindicales, en la conversación pública. Un estudio de impacto de principios del año 2022 ubicaba a la Federación en niveles de presencia similares al Frente
Amplio -el partido político más grande de nuestro país- y la central única de trabajadores PIT-CNT. En términos cuantitativos, crecimos exponencialmente en nuestras redes sociales, pasando de 8.000 seguidores aproximadamente en 2019 a más 60.000 en 2024. A la vez, comenzamos a ocupar espacios en medios masivos -pauta en TV y Radio, en franjas de alta audiencia como el campeonato de fútbol o el concurso de Carnaval- y desarrollamos una medida estrategia de prensa para consolidar más y mejor presencia de nuestros voceros en las diferentes ventanas de difusión e información.
De esta manera alcanzamos un conjunto de logros desde el punto de vista comunicacional, en síntesis: una audiencia exponencialmente más grande y fidelizada, una serie de alianzas con otros sindicatos y organizaciones para unificar el mensaje y las acciones, un posicionamiento en medios como una de las principales voces sobre educación en la agenda. Por otra parte, logramos instalar en la opinión pública varias de las denuncias y reivindicaciones planteadas, entre ellas la del feroz recorte presupuestal y la del fracaso de la reforma impulsada bajo en nombre de “transformación educativa”. “No es transformación, es ajuste”, fue la consigna utilizada durante el 2023.
En 2024 renovamos la campaña de comunicación, manteniendo parte de la narrativa construida, pero adaptándola a la campaña global “Por la pública – Hagamos escuela” y tomando en cuenta que en este año se desarrolló el ciclo electoral uruguayo. Por esta razón, parte de los objetivos fue instalar los temas educativos en la campaña y hacer oír nuestras propuestas. La idea fuerza en esta etapa fue “Hagamos un trato por la educación pública –Compromiso 6+1 – Por la pública”, unificando el concepto de la Internacional de la Educación con una de las históricas demandas de los colectivos educativos del Uruguay: el piso de un 6% del PIB para la educación pública, más 1% para investigación y ciencia.
En consonancia con la campaña, los sindicatos de la educación elaboramos y presentamos -en setiembre de este año- nuestras bases programáticas que dan cuenta de la visión de las y los trabajadores. De esta manera, con una estrategia de comunicación masiva que propone un trato, es decir, un diálogo, y un hito como la presentación en conjunto de este plan, las organizaciones de base hemos ocupado “el centro del ring”, como se dice habitualmente.
El próximo gobierno deberá decidir, entre levantar el guante y convocar un verdadero diálogo social con la más amplia apertura, o explicitar su disconformidad con la participación y las bases propuestas.