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Mundos de la Educación

En defensa de una educación pública de calidad en el Día Internacional del Estudiantado

publicado 16 noviembre 2024 actualizado 26 noviembre 2024
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El Día Internacional del Estudiantado, celebrado el 17 de noviembre, se asocia desde hace tiempo al activismo estudiantil contra las violaciones de los derechos humanos. Este año, nosotras, un grupo de estudiantes y recién graduadas, nos sentimos obligadas a llamar la atención sobre la peligrosa situación del derecho a la educación en todo el mundo debido a la falta de financiación y la privatización galopante en la educación pública. Estas son nuestras historias y nuestro llamamiento a la acción.

Somos cinco estudiantes y recién graduadas de India, Turquía, Inglaterra, España y Estados Unidos. Todas y cada una de nosotras creemos firmemente que debemos oponernos a la tendencia hacia un aumento continuo de la privatización de la educación. Por eso, sentimos el deber de sumarnos a un movimiento mundial que lucha para recuperar la educación pública.

He visto cómo la privatización ha provocado la segregación escolar y el recrudecimiento de las desigualdades. La escolarización ha dejado de ser un servicio público para transformarse en una industria regida por el mercado que privilegia a las familias con un mayor poder adquisitivo. Al recibir una beca para una escuela privada, pude ver de cerca la marcada división en las oportunidades educativas. Mis amigos de un barrio con menos recursos asistían a escuelas públicas locales con una financiación cada vez más deficiente, y a menudo ni siquiera podían contemplar la posibilidad de postularse para ir a la universidad. Mientras tanto, yo contaba con un acompañamiento personalizado para mi solicitud. Todas las personas tenemos derecho a asistir a escuelas públicas gratuitas y de calidad. En mi opinión, si queremos hacer realidad el derecho a la educación para todos y todas, la mejor forma de hacerlo es reforzar nuestros sistemas de educación pública.

Dilara, Turquía

En India, la privatización suele presentarse como la solución para alcanzar el derecho a la educación bajo la premisa de mejorar el "acceso" a las escuelas. Pero el derecho a la educación va mucho más allá de escolarizar a los niños y las niñas: la igualdad, la equidad y la calidad de la educación desempeñan un papel vital en este proceso. Desde 2009, en toda la India, el 25 % de las plazas de las escuelas privadas se reservan para estudiantes de comunidades económicamente desfavorecidas. Sin embargo, la política se ha visto plagada de problemas. Incluso he oído que a estos estudiantes se les proporciona una educación de menor calidad separados de sus compañeros y compañeras de familias más adineradas, aun estando en la misma escuela privada. Las escuelas privadas de bajo coste no aumentan las oportunidades educativas de los niños y las niñas de entornos más marginados ni garantizan una educación de calidad. Las escuelas públicas también están en crisis, pero las alternativas privadas ofrecen " falsas promesas" para resolver los problemas.

Shamna, India

Durante una formación para la docencia en Cataluña, donde las asociaciones público-privadas son habituales, experimenté de primera mano el impacto de la privatización en la educación. Hice tres prácticas. Primero, en un centro privado de educación infantil, seguí de cerca a un profesor visiblemente frustrado por la poca autonomía que tenía y la necesidad de atenerse a las prioridades de la empresa. En cambio, en dos colegios públicos vi que el personal docente podía centrarse en priorizar las necesidades de los estudiantes. Sin embargo, escuché comentarios negativos entre los padres y madres de los dos colegios públicos: hacían referencia a los colegios privados como instituciones de mayor calidad, mientras que los públicos se percibían como peores. También observé que los padres y madres de clase media suelen recurrir a las escuelas de colaboración público-privada para evitar los colegios públicos por estar peor financiados. Me di cuenta de que la falta de financiación en la educación pública genera percepciones negativas, lo que lleva a algunos padres a "abandonar" el sistema y a una mayor segregación social.

Con la financiación adecuada, la educación pública puede hacerse popular entre las familias. Así que, en mi opinión, la solución está clara: más financiación para la educación pública. De esa forma se contribuiría a mejorar la calidad de la educación para todos y a cambiar el discurso sobre la educación pública.

Marina, España

El desvío de fondos públicos a escuelas privadas a través de las escuelas charter afecta significativamente a los recursos disponibles para las escuelas públicas y, por tanto, a su capacidad para ofrecer una educación de calidad. Durante mi etapa educativa asistí a colegios privados, charter y públicos para intentar tener la mejor calidad educativa. Si las opciones públicas hubieran estado bien financiadas, mis padres no habrían buscado otras alternativas, algo que no todas las familias pueden permitirse.

Sin embargo, en lugar de destinar más fondos a la educación pública, con el objetivo de Trump de desfinanciar las escuelas públicas, parece que ocurrirá lo contrario. Creo firmemente que, para crear un acceso equitativo a una educación de calidad, necesitamos contar con una financiación suficiente en los sistemas de educación pública, algo que podemos conseguir mediante la justicia fiscal.

Mairead, Estados Unidos

A medida que crecía, vi cómo se expandían las asociaciones público-privadas en el ámbito educativo. Además, presencié la acumulación de un gran conjunto de pruebas sobre los impactos negativos de estas políticas: problemas de rendición de cuentas y transparencia que impedían al sector público supervisar el uso del dinero público, " afán de lucro" por cifras de muchos millones y comunidades sin voz. Creo firmemente que la privatización de la educación es un problema para la rendición de cuentas, la transparencia y la participación, que son clave para la materialización del derecho a la educación. Aplicar una " regulación estricta" ayudaría a proteger este derecho, pero en última instancia necesitamos dar prioridad a nuestros sistemas de educación pública.

Ruth, Inglaterra

La esperanza de un futuro mejor

Los problemas relacionados con la privatización de la educación que hemos visto en nuestros propios contextos no son nada nuevo. Se manifiestan en todo el mundo. De hecho, numerosas pruebas demuestran que la mercantilización de la educación puede entrar en conflicto con el derecho a la educación para todos y todas. Creemos firmemente que solo los sistemas de educación pública bien financiados pueden ofrecer una educación equitativa y de calidad en todo el mundo.

Como jóvenes, sentimos profundamente que nuestro mundo está al borde del colapso, con la polarización y los conflictos en aumento, la desinformación en expansión y una inminente crisis climática. Ahora, más que nunca, necesitamos una ciudadanía bien informada y activa, capaz de afrontar los retos colectivos de la humanidad.

Sin embargo, tenemos esperanzas, ya que vemos que están surgiendo movimientos que expresan nuestras mismas preocupaciones. A mí me tranquilizó unirme a un movimiento mundial de organizaciones de la sociedad civil, estudiantes, padres, docentes, académicos y defensores de los derechos humanos que trabajan mano a mano para promover una educación pública de calidad y bien financiada. Somos parte de un colectivo que comparte la visión de un futuro en el que todos y todas tengamos acceso a una educación pública gratuita, inclusiva y de alta calidad.

Tanto particulares como organizaciones pueden unirse a nuestro movimiento participando en nuestra campaña Recuperemos la educación pública y apoyando iniciativas similares, como la de la Internacional de la Educación ¡Por la pública! Creamos escuela y el movimiento mundial por la justicia fiscal. Pedimos a todas las personas que actúen ahora para que juntos y juntas avancemos hacia sociedades sostenibles, justas y pacíficas para todos y todas.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.