El 10° Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Buenos Aires, Argentina, del 29 de julio al 2 de agosto:
Las políticas de austeridad que se están implementando en muchos países recortando el gasto público en educación están influyendo negativamente en nuestros sistemas educativos y en no dar soluciones a los retos a los que nos enfrentamos, como es mantener la calidad, la equidad y la igualdad de oportunidades y no dejar a nadie atrás;
Fortalecer el servicio público educativo implica en primer lugar (como avalan diferentes estudios internacionales) incrementar nuestros niveles de inversión educativa y por consiguiente, mejorar la educación pública en calidad y equidad; Es algo completamente razonable, teniendo en cuenta siempre que la educación no es un gasto, sino que es una inversión imprescindible para un buen futuro de nuestro estudiantado y nuestra sociedad;
Hay que recordar también la Declaración de París de la UNESCO, del 10 de diciembre del 2021, que insta a todos los gobiernos a cumplir los compromisos que se alcanzaron en el Fórum Mundial de la Educación, celebrado en Incheon en el 2015, y en las reuniones mundiales sobre Educación del 2018 y del 2020 de asignar a la educación como mínimo entre el 4%-6% del PIB y/o como mínimo el 15%-20% del gasto público total;
La crisis económica existente en muchos países, los procesos de privatización cada vez más en aumento junto a los recortes en los presupuestos educativos afectan negativamente el estatus de la profesión docente, al empeoramiento de las condiciones de trabajo y salarios menos favorables para el conjunto de los educadores y educadoras, a los recortes en la formación del profesorado y al empleo de nuevos perfiles profesionales tan necesarios que contribuyen a mejorar la atención a la diversidad, la convivencia y el bienestar de la comunidad educativa, entre otras tareas;
Es necesario frenar la implementación de políticas de austeridad que impiden aumentar las inversiones educativas tan necesarias para rebajar las ratios en las aulas y así reforzar la dedicación del profesorado a aquellas tareas que redundan en una mejora del trabajo en el aula y en los resultados escolares;
Igualmente es necesario incrementar las plantillas de profesorado y de todos los profesionales necesarios para atender al estudiantado con necesidades específicas de apoyo educativo y necesidades educativas especiales incluido el apoyo psicosocial a los y las estudiantes, profesores/as y PAE;
El número de estudiantes con necesidades especiales está aumentando. Por lo tanto, es esencial que los/as profesores/as dispongan de los recursos necesarios para responder adecuadamente a estas necesidades, incluida la apertura de las clases especiales necesarias para acoger a estos niños/as;
Otro asunto importante son las condiciones de trabajo del profesorado y del resto de personal que deben mejorarse para que hagan su fundamental labor con el apoyo y los recursos suficientes, y con todo el reconocimiento que se merecen, evitando una sobrecarga de trabajo sobre todo en tareas burocráticas y a la vez asegurar que hay políticas que faciliten la conciliación entre la vida privada y profesional y así promover la corresponsabilidad;
Así mismo, es necesario culminar la estabilización del empleo y la reducción de la temporalidad en todo el sector educativo;
Siguen existiendo brechas de desigualdad y brecha digital entre nuestro estudiantado, que afectan de forma especial al estudiantado más vulnerable y que es imposible poner soluciones en un contexto de políticas de austeridad educativa;
No se puede olvidar que se están protegiendo los intereses de la gestión privada y perjudicando a la pública, siendo esta última la educación pública, la que asegura la igualdad de oportunidades, la cohesión social y el derecho a la educación de calidad;
Fortalecer el servicio público educativo es invertir en formación y capacitación del profesorado, mejorar la infraestructura de los centros, materiales adecuados de apoyo para el aprendizaje y la enseñanza (LTSM, por sus siglas en inglés), actualizar los planes de estudios de acuerdo a las necesidades actuales, fomentar la participación de la comunidad educativa y garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad para todo el estudiantado sin excepción, y para ello es necesaria una decidida voluntad política y apuesta clara por parte de los Ministerios de Educación y administraciones educativas competentes de priorizar la financiación educativa y no implementar políticas de recortes y austeridad en la educación;
Por todo ello, desde las organizaciones miembro de la Internacional de la Educación exigimos a los gobiernos y administraciones educativas que apoyen las campañas sindicales por aumentos en la financiación educativa, por salarios y pensiones dignas, contra todas las formas de trabajo precario y por la mejora de las condiciones laborales de todo el conjunto de trabajadoras y trabajadores de la enseñanza;
Debemos centrar nuestros esfuerzos para fortalecer las redes sindicales internacionales, reforzando las alianzas sindicales internacionales y luchar contra todas las políticas de austeridad en financiación educativa con todas las estrategias y herramientas sindicales a nuestro alcance;
Hoy, más que nunca, tenemos que apostar por la educación.
Porque sin inversión en educación no hay futuro y sin equidad no hay calidad.
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