En defensa de la libertad académica: Los sindicatos de la educación superior se movilizan frente a la escalada de ataques
En todo el mundo, gobiernos, grupos de presión de derechas, organizaciones conservadoras y religiosas e intereses corporativos están redoblando sus ataques a la libertad académica. Los esfuerzos por censurar los planes de estudios, restringir la investigación y mermar la autonomía profesional crecen por doquier, y se está generalizando el acoso político al personal educativo.
Desde la prohibición de impartir estudios de género y raciales a los recortes en la financiación y las injerencias políticas en la gobernanza universitaria, estas arremetidas van de la mano de una ofensiva más amplia contra la democracia, los derechos sindicales y la libertad de expresión.
Con este telón de fondo, los días 7 y 8 de febrero se celebró en Calgary, Canadá, la Knowledge and Power: The International Struggle for Academic Freedom, una conferencia internacional sobre libertad académica organizada por la Internacional de la Educación (IE) y la Asociación Canadiense de Docentes de Universidad (CAUT), a la que asistieron especialistas, investigadores e investigadoras y sindicalistas de la educación. La cita sirvió de plataforma para plantar cara a estos desafíos urgentes y reforzar la lucha colectiva en defensa de la libertad de cátedra en todo el mundo.
La libertad académica bajo asedio: tendencias mundiales y retos legales
El presidente de la CAUT, Peter McInnis, y el secretario general de la IE, David Edwards, abrieron la conferencia sentando las bases para un extenso debate sobre la situación de la libertad académica a escala mundial.
McInnis destacó las crecientes presiones que soportan la libertad de cátedra y, en general, las distintas formas de libertad de expresión, advirtiendo de que estos desafíos forman parte de una deriva antidemocrática de mayor calado. "Es primordial defender todos los tipos de derechos democráticos para contrarrestar el auge de las fuerzas y los gobiernos iliberales y autoritarios", afirmó.
David Edwards, secretario general de la IE, incidió en este aspecto y se refirió a la importancia fundamental de la educación superior y la investigación en la conformación de las sociedades democráticas. "Lo que está en juego no es solo la libertad individual de cada miembro del personal académico, es la capacidad misma de la educación superior y la investigación para impulsar cambios positivos en la sociedad", apuntó.
A pesar de las crecientes dificultades, Edwards recordó que la situación también abre una ventana de oportunidad para que los sindicatos del sector se movilicen, partiendo de los mandatos y resoluciones aprobados en el reciente Congreso Mundial de la IE. Citó algunos de los últimos logros del movimiento global, como el Informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la libertad académica, que respalda los principios defendidos por la Internacional de la Educación, y las Recomendaciones de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente, que confirman la importancia de la libertad académica como un elemento clave de la docencia a todos los niveles.
El secretario general subrayó además las iniciativas que se pondrán en marcha próximamente para consolidar la protección internacional del profesorado de la educación superior, incluida la revisión de la Recomendación de la UNESCO de 1997 relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior y las oportunidades que brinda la campaña ¡Por la pública! Creamos escuela.
En su ponencia inaugural, Robert Quinn, de la red internacional Scholars at Risk, resumió las principales amenazas a las que se enfrenta la libertad académica en todo el mundo, entre las que se cuentan:
- Restricciones políticas y legales a la enseñanza de temas como la raza, el género o el colonialismo.
- Injerencias gubernamentales en la gobernanza universitaria, inclusive el control directo de los nombramientos y la financiación.
- La caída de las plazas de titular y el auge del empleo precario, que debilita la independencia académica.
- El acoso y la violencia contra el personal académico, sobre todo en el caso de quienes trabajan en temas sensibles desde el punto de vista político.
A esta intervención le siguió una mesa redonda sobre las bases jurídicas comparadas de la libertad de cátedra en la que se abordaron los distintos tipos de protecciones nacionales existentes en cada zona. Las personas participantes expusieron cómo utilizar los marcos constitucionales, legales y contractuales para defender los derechos del profesorado, además de identificar carencias y puntos débiles.
Perspectivas regionales: aumento de los ataques a la libertad académica
A través de una serie de mesas redondas, sindicalistas y personal académico compartieron relatos de primera mano de la escalada de amenazas y comentaron estrategias sindicales:
- En Norteamérica y Europa, la reciente ofensiva de la derecha se suma a los retos ya existentes en materia de mercantilización del sector.
- En América Latina y Asia y el Pacífico, las y los ponentes denunciaron intentos de disciplinar, silenciar y, en ocasiones, incluso criminalizar a miembros del claustro, así como ataques a la autonomía institucional y los efectos negativos de las agendas neoliberales en las comunidades académicas.
- En África y Oriente Medio, la libertad de cátedra se ve restringida con frecuencia debido a injerencias gubernamentales, recortes de fondos e intereses corporativos.
La función de los sindicatos de la educación en la defensa de la libertad académica
Uno de los temas centrales de la conferencia fue el papel vital que desempeñan los sindicatos educativos para resistir a esta ofensiva. El segundo día, Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadounidense de Docentes (AFT), dedicó su intervención a los motivos por los que los sindicatos deben liderar la batalla para proteger la libertad y la independencia de la investigación y los valores democráticos en la educación superior.
Weingarten describió cómo se están movilizando los sindicatos para:
- Oponerse a la censura política y las arremetidas ideológicas a los planes de estudios.
- Negociar protecciones contractuales más sólidas para la libertad de cátedra y los puestos en titularidad.
- Defender a académicas y académicos que están en el punto de mira por su investigación o sus opiniones políticas.
- Exponer a las fuerzas políticas y empresariales que pretenden socavar la educación independiente.
"La libertad académica no solo afecta a los derechos individuales de profesoras y profesores concretos, es mucho más, es el derecho de la sociedad a acceder al conocimiento y la investigación independiente", resumió Weingarten.
Por la pública: una lucha mundial por la libertad académica
La conferencia concluyó con un rotundo llamamiento, urgiendo a los sindicatos educativos a redoblar sus esfuerzos para defender la libertad académica a escala nacional e internacional. El debate se centró en:
- Impulsar la protección a la libertad académica mediante la negociación colectiva, la legislación nacional y acuerdos internacionales.
- Reforzar la solidaridad entre los sindicatos docentes para contrarrestar las injerencias políticas y empresariales en la educación superior.
- Hacer campaña en favor de la inversión pública en la educación superior para que las instituciones académicas pueden cumplir plenamente su misión pública y democrática.
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