Estados Unidos: jornada de acción multitudinaria por el derecho a una educación de calidad
El 4 de marzo, docentes, estudiantes, familias y comunidades se movilizaron para defender sus derechos y la educación pública frente a los ataques que la amenazan. Exigieron a las autoridades que refuercen las escuelas públicas locales y los servicios esenciales que ofrecen a las niñas y niños, a las familias y las comunidades.
Contra el desmantelamiento del Departamento de Educación para bajar los impuestos a los billonarios
La Federación Estadounidense de Maestros (AFT) y la Asociación Nacional de Educación (NEA), ambas afiliadas a la Internacional de la Educación, se oponen a los drásticos recortes con los que la Administración de Donald Trump pretende cercenar la educación y la sanidad, con el único fin de recortar impuestos a los ultrarricos. Rechazan la propuesta del Gobierno federal de concecer “subvenciones en bloque” a los programas educativos de los estados y de desmantelar el Departamento de Educación de EE. UU., ya que supondría “robar servicios esenciales a 26 millones de estudiantes en situación de pobreza y dejar sin apoyo a la educación especial que reciben 7,5 millones de estudiantes con discapacidad. Además, suprimiría la formación profesional y técnica de 12 millones de estudiantes, lo que comprometería sus perspectivas laborales. Los recortes en Medicaid y en los préstamos estudiantiles podrían dejar sin cobertura sanitaria a 10,3 millones de personas y bloquear el acceso a la financiación para estudios a otros 10 millones de familias trabajadoras”.
Plan de acción sindical
Durante la jornada de acción, los sindicatos instaron a sus miembros y activistas a:
- Presionar a las instancias decisorias para que sus representantes, tanto a nivel federal como estatal, se opongan al recorte de la financiación federal y a las “subvenciones en bloque”, que perjudicarán a las niñas y los niños.
- Sensibilizar a la opinión pública sobre las consecuencias devastadoras del desmantelamiento del Departamento de Educación, de la reducción de la financiación federal de la educación y de la concesión de “subvenciones en bloque” sin ninguna condición adjunta.
- Movilizar apoyos mediante la participación de una amplia coalición de partes interesadas, que incluya a educadores, estudiantes, familias y miembros de la comunidad, en actividades por todo el país.
- Atraer la atención de los medios de comunicación mediante narrativas (storytelling), actos coordinados y concentraciones.
- Dar más visibilidad a nuestras historias destacando cómo estos recortes perjudican de manera desproporcionada al alumnado vulnerable, en concreto al de comunidades desfavorecidas y a estudiantes con discapacidades.
- Actuar en las respectivas comunidades, no solo en Washington, D.C., e involucrarse activamente en las comunidades donde los estudiantes perderán los servicios de los que dependen.
La AFT informó que educadores, estudiantes, familias y miembros aliados de la comunidad participaron el 4 de marzo en más de 2000 eventos y acciones en las redes sociales en todo el país, como parte de la jornada de acción “Protect our kids” (Protejamos a nuestros hijos e hijas) convocada por la AFT para luchar contra los “ataques crueles e irresponsables del presidente Donald Trump y Elon Musk contra las escuelas públicas”.
Las personas participantes exigieron a los legisladores que protejan a nuestros niños y niñas, y se opongan a las medidas que perjudicarán a millones de estudiantes en favor de los billonarios.
El ataque de la Administración Trump contra los históricos programas educativos federales tendría consecuencias desastrosas para los 26 millones de estudiantes en situación de pobreza, que dependen de los programas del Título I, centrados en las competencias de alfabetización y matemáticas. Además, su plan pondría en riesgo los servicios de educación especial y el apoyo esencial del que dependen 7,5 millones de estudiantes con discapacidad.
Las personas participantes se movilizaron para defender y reclamar más apoyo para las escuelas públicas, para que todas las niñas y niños puedan aprender y desarrollar su potencial. Entre las actividades organizadas figuran una sesión formativa virtual en Detroit, una manifestación ante el Capitolio del Estado de Nueva York, en Albany, una ovación de apoyo al estudiantado en Cincinnati, concentraciones en Chicago y Albuquerque (Nuevo México), recogida de firmas en Pittsburgh y en el condado de Fairfax (Virginia), y ruedas de prensa en Florida, Nueva Jersey y Puerto Rico.
Los devastadores recortes de Trump y Musk en el Departamento de Educación mermarán drásticamente las oportunidades de los niños y niñas en situación de pobreza, con discapacidades y del alumnado universitario de primera generación. Esto obligará a las comunidades a aumentar los impuestos sobre la propiedad si quieren mantener el apoyo esencial a las poblaciones más vulnerables”, advirtió Randi Weingarten, presidenta de la AFT, durante una conferencia de prensa virtual ofrecida ese día.
Para ella, “esto es como robar a Juan para pagar a Elon. Es una decisión imprudente y cruel perjudicar así a nuestros estudiantes. Los niños y niñas realmente necesitan estos fondos, y hemos luchado durante años para garantizar que la reciban”.
“El mensaje no puede ser más claro: no se puede robar a los estudiantes su derecho a la educación para recortar recortar miles de millones en impuestos a los más ricos”, concluye. “Lo que está ocurriendo en todo Estados Unidos es que familias y docentes, unidos, están alzando la voz: nuestros niños y niñas necesitan estos servicios. No podemos permitir que se los arrebaten”.
Compromiso para proteger a estudiantes y escuelas públicas
Becky Pringle, presidenta de la NEA, señala que la ciudadanía estadounidense valora sus escuelas públicas y quiere garantizar que cuenten con más recursos, no con menos: “Haremos oír nuestra voz en todos los niveles de gobierno, desde los consejos escolares hasta el Senado, para rechazar tanto los intentos de recortar la educación pública, como la ampliación de los cheques escolares a las familias o el desmantelamiento del Departamento de Educación de Estados Unidos. Somos educadores, familias y personas que defienden la educación pública”.
“Nos hemos unido para proteger a nuestras alumnas y alumnos, y lo estamos haciendo abanderando esta causa desde los consejos escolares y las cámaras legislativas estatales hasta los pasillos del Congreso, donde instamos a nuestros representantes a que se opongan a una agenda profundamente impopular y perjudicial para las escuelas, el alumnado y el profesorado”, añade.
El 3 de marzo, Pringle respondió a la votación partidista que permitió la confirmación de Linda McMahon como secretaria de Educación en el Senado de EE. UU. diciendo: “Todo estudiante, sin importar dónde viva, cuánto gane su familia o el color de su piel, merece las oportunidades, los recursos y el apoyo necesarios para desarrollar todo su potencial”.
También subrayó que “McMahon fue confirmada en una votación estrictamente partidista, pero las familias y docentes se están organizando, defendiendo y movilizándose para impedir que Donald Trump y Linda McMahon perjudiquen al alumnado y desmantelen la educación pública para financiar sus favores fiscales a los billonarios”.
Ola de solidaridad desde el movimiento sindical educativo mundial
Los sindicatos de la enseñanza de toda Latinoamérica y otras regiones han manifestado su apoyo a sus colegas y estudiantes en Estados Unidos.
La Federación Colombiana de Educadores (FECODE) emitió un comunicado en el que expresaba lo siguiente: “Manifestamos nuestra solidaridad con la Asociación Nacional de Educación @NEAToday, @AFTunion, y la comunidad educativa de Estados Unidos ante el ataque al derecho fundamental a la educación por parte de la Administración Trump, que busca eliminar el Departamento de Educación. No más cortes en la educación pública para beneficiar a los billonarios”.
La Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU) también emitió un comunicado en el que afirma: “Rechazamos firmemente los intentos de desmantelar el Departamento de Educación de los Estados Unidos, pues esta medida representa un ataque directo a la democracia y favorece intereses privados que buscan lucrarse con la educación. Asimismo, condenamos la amenaza de despidos masivos en el sector público, impulsada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lo que precariza el trabajo de miles de personas y pisotea sus derechos”.
Los sindicalistas de la educación en Colombia reafirmaron su “compromiso con la defensa de una educación pública, gratuita y de calidad, y nos unimos a la lucha de nuestras organizaciones hermanas en Estados Unidos en contra de estas políticas regresivas”.
En la República Dominicana, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) informó lo siguiente: “Hoy nuestra militancia viste de blanco como símbolo de apoyo contra los ataques a la educación y las deportaciones masivas promovidas por la Administración Trump. La educación es un derecho, no un privilegio. Nos mantenemos firmes en la defensa de nuestros compañeros y compañeras educadores, así como de todas las personas afectadas por estas políticas injustas”.

En Europa, la Federazione Lavoratori della Conoscenza CGIL (FLC CGIL) de Italia mostró su apoyo a la AFT y la NEA contra “las recientes medidas que atacan los derechos de estudiantes, docentes y escuelas, así como la libertad académica, los derechos civiles, la educación pública, la democracia e incluso los comedores escolares para la infancia más vulnerable”.
Con la jornada de acción “Protect Our Kids”, los sindicatos de la enseñanza de Estados Unidos y del resto del mundo denunciaron las devastadoras consecuencias de los ataques de la Administración Trump contra las escuelas públicas y el alumnado, ejercieron presión sobre los responsables políticos y dieron voz a todas las personas directamente afectadas.