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Defender la educación en Nigeria: el sindicato reclama mayor financiación, mejores condiciones laborales y escuelas seguras

publicado 17 marzo 2025 actualizado 18 marzo 2025

En Nigeria, el sistema educativo afronta numerosos desafíos que, en ocasiones, acaparan la atención de los medios internacionales. En un país con más de 220 millones de habitantes, la responsabilidad de garantizar una educación de calidad recae en el Gobierno federal, así como en los gobiernos regionales y locales. Lamentablemente, aunque las políticas educativas son acertadas, su aplicación suele ser deficiente, lo que provoca un sinfín de problemas, como la escasez de docentes y la falta de seguridad en las escuelas, que afectan tanto al personal educativo como al alumnado. Conversamos con el secretario general del Sindicato de Docentes de Nigeria (NUT), el Dr. Clinton Ikpitibo, para conocer su visión sobre la situación.

El papel de las distintas administraciones en la educación

El dirigente del NUT destaca la complejidad del sistema educativo nigeriano. El Gobierno federal es responsable de elaborar las políticas y fijar los estándares educativos, mientras que los gobiernos estatales se encargan de la educación primaria y básica. Sin embargo, este reparto de responsabilidades suele traducirse en incoherencias a la hora de aplicar las políticas. “Una cosa que observamos en la educación en Nigeria es que las políticas son muy buenas, pero el problema siempre es su implementación”, explica el Dr. Ikpitibo. La falta de financiación gubernamental ha llevado a muchas familias a buscar alternativas fuera del sistema público, lo que está impulsando aún más la privatización del sector educativo.

Escasez de docentes por falta de financiación

Según el Dr. Ikpitibo, uno de los principales problemas del sistema educativo nigeriano es la insuficiente financiación de la enseñanza primaria. A pesar de que una sentencia del Tribunal Supremo de 2002 atribuyó a los gobiernos estatales la responsabilidad de pagar los salarios del profesorado, un cambio en la política transfirió esa obligación exclusivamente a los gobiernos locales. Esta medida ha sobrecargado la situación económica de los ayuntamientos, y se ha traducido en salarios bajos y una escasez de docentes cualificados.

NUT lleva muchos años respondiendo a estos problemas mediante una intensa campaña contra la privatización y la mercantilización de la educación. El año pasado, su campaña alcanzó un punto de inflexión al reunir a dirigentes sindicales de los 36 estados en la capital, Abuya, para un taller de desarrollo de capacidades.

La campaña "¡Por la pública! Creamos escuela", impulsada por la Internacional de la Educación, se lanzó en Nigeria el 5 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de las y los Docentes de 2024, con el objetivo de promover la educación pública y garantizar una mejor financiación para las escuelas, el profesorado y el personal de apoyo educativo.

Para abordar la escasez de docentes, NUT logró que el Parlamento aprobara una ley por la que se amplía la edad de jubilación del profesorado de 60 a 65 años. Esta medida busca retener a docentes con experiencia en el sistema y mitigar el impacto de la crisis de financiación. Además, el sindicato ha trabajado en alianza con organizaciones de la sociedad civil como ActionAid y Plan International Nigeria para promover una fiscalidad progresiva y una mayor financiación pública para la educación.

La inseguridad y su nefasto impacto en la educación

La iniciativa "Safe Schools Initiative," (Iniciativa Escuelas Seguras) –lanzada en 2014 en el Foro Económico Mundial sobre África por una coalición de líderes empresariales nigerianos, en colaboración con el Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial, Gordon Brown, A World at School y The Global Business Coalition for Education– busca proteger las escuelas y garantizar la seguridad de la comunidad escolar en el país. Se creó como respuesta al alarmante aumento de ataques contra el derecho a la educación, en particular el secuestro de más de doscientas niñas en el norte de Nigeria. No obstante, la amenaza de la violencia sigue muy presente en numerosas regiones del país, lo que mina la moral y la seguridad de docentes y estudiantes. Para el dirigente del NUT, “ser docente en Nigeria es, sinceramente, un inmenso desafío”.

La pasión del personal docente nigeriano por su profesión

A pesar de estas dificultades, el personal docente nigeriano sigue profundamente comprometido con su profesión. El Dr. Ikpitibo subraya que muchas maestras y maestros ven su trabajo como una vocación más que como un simple empleo: “Ser docente es una alegría; formar parte del sistema escolar también lo es y, en ocasiones, las comunidades, especialmente en las locales, reconocen este hecho. A las y los docentes se les valora y respeta como personas. Su compromiso con el futuro de su alumnado y el desarrollo de la sociedad es inquebrantable. En Nigeria, el personal docente sigue trabajando sin descanso, a menudo en condiciones difíciles, para garantizar una educación de calidad a las generaciones futuras”, añade.

La crisis educativa en Nigeria es un problema complejo que exige la acción coordinada de todos los actores implicados. Los sindicatos de enseñanza desempeñan un papel clave en la lucha por una mayor financiación, mejores condiciones laborales y la protección de las escuelas. “A medida que el NUT avanza en sus campañas y acciones reivindicativas, el apoyo y la cooperación de nuestros aliados internacionales serán fundamentales para que estos esfuerzos tengan un impacto real en todo el país”, concluye el Dr. Ikpitibo.