Francia: mejorar condiciones de educadores de estudiantes con discapacidad
Los afiliados de la IE el Syndicat national des enseignements de second degré (SNES-FSU), el Syndicat national unitaire des instituteurs, professeurs des écoles et PEGC (SNUipp-FSU) y el Union nationale des syndicats autonomes-Education (UNSA-Education) han acogido con satisfacción el anuncio del primer ministro Jean-Marc Ayrault del nombramiento permanente de 28.000 educadores de estudiantes con discapacidad.
«En otoño de 2014, 28.000 auxiliares docentes que ocupen el puesto de educadores de alumnos con discapacidad (AVS) pasarán de forma gradual a tener contratos fijos», ha anunciado el primer ministro Jean-Marc Ayrault. «Así, las precarias medidas actuales para apoyar a los estudiantes con discapacidad estarán firmemente consolidadas en las estructuras educativas».
En la actualidad, el contrato de un educador no puede durar más de seis años. El ministro de Educación Vincent Peillon ha dicho recientemente que los educadores de niños discapacitados se encontraban en «situaciones inverosímiles e inaceptables que eran desagradables para las personas contratadas, a quienes se daba algo de formación y luego se abandonaba.
Y muy desagradables también para los niños que crecían con ellos. Ahora hemos dejado esta situación atrás». En junio anunció que a partir de septiembre habría 8.000 nuevos contratos subvencionados.
Contratos públicos El cambio a contrato fijo, tras seis años de contrato como educador, afecta a más de 28.000 personas (lo que equivale a 16.421 empleos a tiempo completo).
Esto representaría un total de 3.000 contratos permanentes a partir de otoño de 2014 y aumentaría hasta los 28.000 contratos en más de seis años. Los educadores tendrán un contrato público sin ser funcionarios. Entretanto, a los educadores cuyo contrato acabe de finalizar se les ofrecerá un contrato para 2013-2014.
Además, se les ofrecerá una «formación mejorada». Se creará un nuevo diploma estatal, que reconocerá oficialmente la profesión, y se formará a los estudiantes de las Escuelas Superiores de Profesorado y Educación (ESPÉ) para cuidar de los niños con discapacidad.
El SNUipp-FSU, el mayor sindicato de educación primaria, aprueba el nuevo acuerdo y asegura que estas medidas «permiten que más de la mitad del personal afectado salga de la pobreza», haciendo de este un «primer paso importante».
UNSA: El empleo de educador supone un importante paso hacia delante UNSA-Education aprueba el deseo de eliminar la inseguridad asociada con el apoyo educativo a los niños con discapacidad. La creación de una profesión de educador para estudiantes con discapacidad es un paso hacia delante importante y refleja en parte sus propias reivindicaciones.
«Este es un paso importante para las 28.000 personas afectadas, que podrán tener un contrato fijo además de los seis años de contrato como auxiliar educativo y tendrán la oportunidad de obtener un certificado que reconozca sus competencias profesionales», señala Laurent Escure, secretario general de UNSA-Education.
Añade que también es una buena noticia para el personal docente que cuida de los niños con discapacidad en escuelas e instituciones.
La creación de una profesión debe favorecer las oportunidades de formación y solidez, ya que existen profesionales competentes que facilitan y aumentan las posibilidades de éxito de los proyectos para apoyar a estos niños. Por último, señaló que las medidas anunciadas son un paso hacia una mejora real para los niños afectados y sus padres.
SNES: Un primer paso, pero queda mucho por hacer El SNES-FSU también acoge con satisfacción la medida. «Finalmente la Secretaría ha decidido hacer del apoyo y la ayuda a los estudiantes con discapacidad en las escuelas una profesión de pleno derecho, que requiere unas iniciativas de formación y contratación específicas», señala Daniel Robin, secretario general del SNES-FSU.
«Al mismo tiempo proporcionará una seguridad laboral similar a la de los funcionarios públicos a los que actualmente ejercen la profesión cuyo contrato estaba limitado a seis años».
Esto representa un avance significativo. Lamentablemente, su puesta en marcha progresiva, la falta de conformidad del estatus de estos profesionales con el del personal escolar, los contenidos y el nivel de la formación y la imposición de la jornada parcial atenúan los elementos positivos de esta medida. Según Robin, «para nosotros este no es más que el primer paso de muchos otros».