Resolución sobre la participación de la comunidad en el desarrollo de la educación
El IV Congreso Mundial de la Internacional de la Educación celebrado en Porto Alegre (Brazil) del 22 al 26 de julio de 2004 :
1. Reconoce que las escuelas no están separadas de las comunidades y deberían tener una armonía y una cooperación estrechas. Las comunidades tienen aptitudes excepcionales para apreciar, analizar y planificar sus necesidades educativas, y las escuelas deberían ser capaces de responder a sus necesidades.
2. Considera que la existencia de una separación de la comunidad conduce a un sentimiento de ruptura del proceso educativo y perturba la socialización o aculturación educativa.
3. Considera que el compromiso comunitario no implica que los Estados eludan sus responsabilidades de proveer educación para sus niños y niñas.
4. Rechaza el nombramiento, en nombre de la participación comunitaria, de paradocentes poco calificados, voluntarios, docentes a tiempo parcial o contratados con bajos salarios.
5. Acepta que la comunidad es portadora de valores que deben quedar reflejados en el alcance, contenido, organización, disciplina y prestación de la educación, misma que debe fomentar sentimientos de arraigo, responsabilidad y autopropiedad.
6. Recomienda desarrollar enfoques y métodos comunitarios que apoyen las necesidades educativas a los largo de la vida.
7. Insta a las organizaciones miembro a que: a. Acepten y reconozcan la parte de responsabilidad que les corresponde frente a la comunidad, b. Desarrolle el compromiso y la capacidad instituciona que permitan responder a las necesidades de la comunidad, c. Refuerce su capacidad de responder a las necesidades de los padres y de la comunidad local, además de tratar con la prensa y las organizaciones sociales con la adecuada transparencia y responsabilidad.
8. Insta al Consejo Ejecutivo de la IE A que desarrolle una política sobre educación comunitaria que promueva el involucramiento de la comunidad en todos los aspectos de la educación.
9. La IE insta a los gobiernos a: a. Apoyar a las comunidades locales con el conocimiento, las capacidades, los recursos y las orientaciones necesarias para que puedan participar en la educación de sus hijos. b. No responder a las debilidades y fracasos de la autoridad central débil y fracasada haciendo uso de la promoción de la participación comunitaria.