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El efecto de la guerra en la educación y la infancia

Resolución del 10º Congreso Mundial

publicado 2 agosto 2024 actualizado 15 octubre 2024

El 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Buenos Aires (Argentina) del 29 de julio al 2 de agosto, reconoce que:

  1. El mundo está experimentando un aumento de los conflictos armados, y algunos países están optando por hacer caso omiso de las leyes internacionales que protegen las instituciones educativas, la educación y a la población civil, sobre todo a los niños y las niñas. Estas guerras no solo repercuten negativamente en la educación debido a la pérdida de horas lectivas, sino que los ataques también se están dirigiendo a la infraestructura escolar, lo que hace pensar que la educación está siendo blanco de destrucción en estas guerras como un mecanismo para aniquilar un país.
  2. La educación es la clave para fomentar la democracia y una paz sostenible.
  3. Los niños y las niñas de países afectados por la guerra tienen menos probabilidades de finalizar el ciclo de enseñanza primaria, lo cual alimenta el ciclo de la pobreza, la desigualdad y la enfermedad, perpetuando la pobreza heredada de las generaciones futuras de esos países.

El Congreso solicita a las organizaciones miembros:

  1. Encontrar métodos que permitan utilizar la educación como estrategia para mitigar el impacto psicosocial de las guerras.
  2. Fomentar el pensamiento crítico entre el alumnado para incitar a las personas y a las sociedades a cuestionar la opresión, la tiranía y la desigualdad.
  3. Condenar la guerra, así como a los países cómplices de la guerra, ante las autoridades y sus Gobiernos.

Encomienda al Consejo Ejecutivo:

  1. Instar a las organizaciones miembros a que presionen a sus Gobiernos para que adopten y aprueben las directrices internacionales para la protección de escuelas y universidades durante conflictos armados.
  2. Crear un espacio para el diálogo en torno a la democracia y la transformación entre los sindicatos afiliados y los interlocutores sociales.
  3. Reafirmar que las escuelas y los hospitales deben seguir siendo santuarios seguros.