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El Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación se sumó a la movilización mundial en torno a los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género. En una serie de declaraciones, dirigentes de la Internacional de la Educación llamaron la atención sobre las diversas formas de violencia de género, sus causas y factores determinantes, así como sobre el trabajo y el papel del movimiento sindical de la educación para poner fin a lo que constituye la violación más generalizada de los derechos humanos.

“En todo el mundo, casi 736 millones de mujeres han sufrido violencia sexual o física. Mujeres y niñas de comunidades marginadas, las que se enfrentan al desplazamiento a causa de la guerra y las crisis, personas con discapacidad y miembros de la comunidad LGBTI+ resultan particularmente vulnerables. Tenemos una responsabilidad colectiva de actuar. En tanto que docentes, trabajadores y trabajadoras de la educación, y sindicalistas, se trata de una prioridad esencial”, declaró Mugwena Maluleke, presidente de la Internacional de la Educación.

El presidente Maluleke y Ann Mari Milo Lorentzen, presidenta del Comité sobre la Condición de la Mujer de la IE –que reúne a todas las mujeres que forman parte del Consejo Ejecutivo de la IE–, emitieron una declaración conjunta con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Tras elogiar la labor de los sindicatos de la educación para poner fin a la violencia de género, Lorentzen destacó el papel esencial de la educación en este esfuerzo global, recalcando la importancia de una educación pública gratuita, inclusiva y de calidad para desafiar los perniciosos estereotipos, actitudes, normas y prácticas que alimentan la violencia de género.

“Por eso hacemos un llamado a todos los Gobiernos para que apoyen la campaña ¡Por la pública! Creamos escuela. Deben ratificar e implementar el Convenio 190 y la Recomendación 206 de la Organización Internacional del Trabajo. Y tenemos que seguir reclamando la aplicación de las recomendaciones de las Naciones Unidas para una profesión docente fuerte y resiliente en todo el mundo”, concluyó Lorentzen.

Hacer frente al movimiento antiderechos en la educación y en general

Las miembros del Consejo Ejecutivo Johanna Jaara Åstrand, Shelley Morse, Evelyn DeJesus y Nadine A. Molloy se unieron para llamar la atención respecto al movimiento antiderechos y su discurso plagado de incitación al odio, misoginia y discriminación, que instigan y normalizan la violencia. Como señala DeJesus, “la educación es un campo de batalla en esta lucha por nuestros valores y por nuestros derechos”, teniendo en cuenta que centros escolares y educadores son objeto de prohibiciones de libros y campañas de acoso.

“Como docentes y sindicalistas, no permitiremos que la educación sea tomada como rehén por las fuerzas de extrema derecha. En nuestro 10º Congreso Mundial, decidimos mantenernos firmes contra la censura, contra cualquier forma de discriminación, extremismo y violencia. Como sindicatos, defenderemos la autonomía profesional del profesorado y el derecho de todos los y las estudiantes a una educación inclusiva de calidad”, concluyó Johanna Jaara Åstrand, vicepresidenta de la IE para Europa.

Poner fin a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo

Marjolaine Perreault, Maike Finnern y Manuela Mendonça, miembros del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación, instaron a todos los Gobiernos a ratificar e implementar el Convenio 190 y la Recomendación 206 de la Organización Internacional del Trabajo.

“El Convenio 190 es una poderosa herramienta que permite a los sindicatos defender de manera más efectiva los derechos y la dignidad de la gente trabajadora, especialmente de las mujeres y las personas marginadas. Contribuye a garantizar que todas las personas puedan trabajar en un entorno libre de violencia y acoso por razón de género”, explicó Finnern.

Reconociendo la labor de los sindicatos de la educación en el desarrollo del Convenio 190, Perreault animó a los y las sindicalistas a continuar movilizándose hasta que el Convenio se “aplique plenamente en todos los países, para todos y cada uno de los trabajadores y las trabajadoras”.

Llamar la atención sobre la violencia de género y la emergencia climática

En una declaración conjunta de Gilda Montero, Unifah Rosyidi, Correna Haythorpe y Ann Mari Milo Lorentzen, miembros del Consejo Ejecutivo de la IE, hacen hincapié en los efectos diferenciados del cambio climático en función del género.

“La lucha contra la violencia de género y nuestra lucha por la justicia climática no pueden disociarse. Diversos estudios indican que mujeres y niñas tienen hasta 14 veces más probabilidades de sufrir daños durante un desastre y el número de estos fenómenos meteorológicos extremos aumenta cada año”, advirtió Montero.

“Es hora de adoptar un enfoque interseccional de la violencia de género y la emergencia climática. Tenemos que defender políticas climáticas con perspectiva de género. Debemos asegurarnos de que el Manifiesto de la IE sobre la educación de calidad para todas y todos en materia de cambio climático se aplique en todo el mundo, de manera que todo el estudiantado disponga de la información necesaria para emprender acciones decisivas respecto al clima. Necesitamos valorar los conocimientos de los pueblos indígenas y aprender a vivir de manera sostenible. Tenemos que asegurarnos de que todas las mujeres y niñas tengan acceso a una educación de calidad para que puedan liderar esta lucha mundial por la justicia y la equidad”, afirmó Lorentzen.

Movilización para poner fin a la violencia de género relacionada con la escuela

Durante años, los sindicatos de la educación han venido trabajando para poner fin a la violencia de género en las escuelas de todo el mundo. Estos esfuerzos fueron reconocidos por las miembros del Consejo Ejecutivo Becky Pringle, Hélène Nekarmbaye y Jalila Al-Salman.

Tras señalar que millones de víctimas sufren en silencio, Pringle subrayó que “la violencia no tiene cabida en nuestras comunidades educativas. La violencia de género en el ámbito escolar constituye una violación del derecho a una educación de calidad y del derecho a unas buenas condiciones de trabajo. Sindicatos de la educación de todo el mundo están decididos a marcar la diferencia”.

“La resolución de nuestro Congreso para poner fin a la violencia de género relacionada con la escuela deja claro que no es posible ofrecer una educación de calidad sin abordar la cuestión de la protección infantil y la seguridad del personal en los centros educativos. Hemos decidido continuar nuestra labor hasta que todos los y las estudiantes, docentes y personal educativo en toda su diversidad se sientan seguros y apoyados en nuestras escuelas” concluyó Al-Salman.

Violencia de género en contextos de guerras y conflictos

Con las guerras y los conflictos violentos en aumento en muchas regiones del mundo, las integrantes del Comité Ejecutivo sumaron sus voces para hacer hincapié en el impacto devastador sobre mujeres y niñas. Ann Mari Milo Lorentzen, Manal Hdaife, Olha Chabaniuk y Marième Sakho Dansokho hablaron sobre la vida de mujeres y niñas en zonas de conflicto del mundo entero, poniendo de relieve las guerras en Palestina, Líbano, Ucrania y Sudán.

Sakho Dansokho concluyó con un enérgico llamamiento a la acción: “En tanto que docentes y sindicalistas, defendemos la paz y los derechos humanos. Hacemos un llamamiento para que se protejan las escuelas como refugios seguros. Nos solidarizamos con los y las docentes de todo el mundo, que resultan esenciales para construir una cultura de paz en nuestras comunidades y sociedades. Únanse a nosotros”.

Durante los 16 Días de Activismo, y todos los días, los sindicatos de la educación seguirán trabajando por un mundo libre de violencia para las mujeres y las niñas en toda su diversidad.